Lugar: Ciudad Universitaria. Madrid
Fecha: 14 septiembre 2013
Asistencia: 25.000 personas
Artistas Invitados: Franz Ferdinand, Amaral, Love of Lesbian, Vampire Weekend, Toundra, John Grant, Foals, Varry Brava, Izal, Fuckaine, Capital Cities, L.A...
Precio: Desde 39,99 euros
Franz Ferdinand ponen el baile y Amaral y Love of Lesbian los estribillos
Da gusto que en estos días inciertos que habitamos, cuando todo parece literalmente irse a la mierda con alarmante premura, haya todavía monolitos a los que aferrarse que soporten las acometidas con firmeza. Que haya clavos ardiendo a los que a pesar de las quemaduras dé gusto agarrarse. Que Franz Ferdinand sigan siendo esa infalible maquinaria tubarrocardiaca de rock bailón que todo lo menea con despreocupada felicidad. Que el tiempo pase llevándonos de la manita, asolando todo a su paso, pero contentos. Vamos a reirnos del mundo.
Tres meses de premeditada retirada hacen dudar al que escribe del sentido de su propia vida, pero en realidad no es preciso ponerse trascendente, pues todo fluye con naturalidad. Así las cosas, a las 17:23 nos plantamos en el campo Cantarranas, en la parte trasera de esa facultad de Ciencias de la Información que tan poco o nada me enseñó en las aulas, pero que tanto me ofreció retozando y fumando los días en sus coquetas praderas verdes.
Y vamos al lío con Varry Brava, un grupo tan disfrutón y bailable como el plato escocés estelar de la velada, con su rollo ochentero rompe-tobillos tan hortera como inapelable ('Calor' y 'No gires', temazos). Con ellos se vive el primer gran momento de la jornada, uno de esos que personalmente más me gustan, con algunos cientos de personas tocadas con gorros y gafas de sol sonriendo sinceramente unos a otros y haciendo el moñas con adorable despreocupación. Si hemos llegado hasta aquí ya no tiene sentido pensarlo más.
Con la posterior actuación de Izal el recinto comenzó a llenarse considerablemente. No en vano, con su disco 'Magia y Efectos Especiales' son una de las revelaciones de la temporada y ya no son precisamente pocos los que esperan su segundo trabajo. Vitoreados con algarabía por la concurrencia, la suya fue una participación notablemente bien recibida.
John Grant pues me da igual, qué le voy a hacer. El tipo está bien, muy bien, pero en un contexto festivalero sencillamente nada contracorriente. Sus ecos a Depeche Mode son resultones, pero como uno ya va teniendo una edad y demasiadas heridas abiertas opta por tomárselo con relajación y la dosis justa de estrés, esto es, ninguna. Eso sí, 'Pale Green Ghost' es una composición catedralicia y punto.
Progresa adecuadamente el día con unos L.A. que nunca fallan y que cada vez suenan mejor, combinando elegantemente contundencia y pegajosas melodías. La presencia escénica de la banda gana enteros y ante grandes audiencias sus canciones se crecen solas. En un recital compacto e incontestable podemos descatar, por citar algunas, 'Older', 'Under Radar', 'Hands' o 'Perfect Combination'. Me vais a permitir que lo diga a las claras: acojonantes.
Con el karaoke ya preparadísimo acometen Love of Lesbian en un concierto de apenas una hora en el que los de Santi Balmes condensan lo más celebrado de su irregular discografía. La gente se lo pasa pirata y a estas alturas esa es la única condición en un recinto cada vez más ingobernable y saturado, por el que, tristemente para los que llegamos temprano, ya cuesta moverse entre la turbada marabunta. El repertorio ya de por sí ganador incluyó las coreables 'Club de Fans de John Boy' (lo del telépata de Dublín no me hace ni puta gracia... bueno un poco, jaja), 'Algunas Plantas', 'Toros en la Wii' o 'Me Amo'. En 'Segundo asalto' contaron con la voz de Eva Amaral, quien por supuesto se comió el escenario casi sin querer. Love of Lesbian bien como siempre, ese es su adquirido estatus ganador.
Turno después para los tapados de la jornada, esos Foals que están en boca de todo el modernismo y que llegaban a Madrid presentando su sobresaliente álbum 'Holy Fire'. Intensos, cañeros y vivarachos, su propuesta gana vigorosidad en directo, aunque anden un tanto escasos de carisma y presencia escénica. 'Inhaler' y 'Spanish Sahara' son dos muestras de lo que esta banda con vocación masiva puede conseguir en el futuro. Darán que hablar.
Como Vampire Weekend me parecen una pu**sima mierda y no me explico por qué una sola persona en el mundo les atiende, toca caminar hasta el olvidado tercer escenario del festival para someterse a una sesión de droga dura con Toundra, una de las formaciones españolas más necesarias. Su aniquilador rock progresivo no deja títere con cabeza y no es que convenza, es que súbitamente sodomiza. Y no es que no duela, es que lubrica. Una pena que no tocaran en alguno de los dos escenarios grandes porque desde luego se lo tienen ganado.
Los minutos siguen pasando porque todavía no ha nacido nadie lo suficientemente dotado intelectualmente para encontrar la manera de detener el tiempo, y casi sin darnos cuenta nos vemos frente a Amaral, en su único concierto patrio del año. Decir a estas alturas que tienen un directo matador resulta redundante, pero alguien tiene que recordarlo. De hecho, lo recordaron las miles de personas que allí congregadas estaban y que volvieron a encender el karaoke hasta prácticamente prenderlo en llamas. Un repaso a sus muchísimos éxitos en poco más de una hora y apañado. Joder, así cualquiera. Ah, con estreno de un nuevo tema, 'Unas veces se gana otras se pierde'. En directo Amaral suenan como en sus discos, pero mejor. Y eso lo dice un desconocido al que le dio por hablarme en ese rato. Un saludo, gallego.
El caso es que cuesta. Cuesta llegar hasta el plato fuerte de la jornada. Son muchas horas de música y de alterne, y ahora ya ni apetece casi estar en la Complutense porque el gentío se hace coñazo. Si te mueves, mal. Pero te tienes que mover. Por tanto, mal. Aunque bueno, uno sabe moverse en estas situaciones, es de las pocas cosas que por lo visto hago bien, de manera que siempre se puede encontrar un reino que gobernar.
Al lío con Franz Ferdinand. A la guerra. A bailar y a disfrutar. Su música no da opciones. Sota, caballo y rey. Con esta premisa ya conocida por todos y guiados por la motosierra que Nick McCarthy tiene por guitarra (el tipo rasca que da gusto), me voy a limitar a reproducir el setlist de la noche, ya de por sí suficientemente elocuente y evocador de la fiesta que se montó y que ahora aún duele y seguramente duela hasta el martes: 'No you girls', 'Right action', 'Do you want to', 'Tell her tonight', 'Evil eye', 'The dark of the Matinée', 'Walk away', 'Stand on the horizon', 'Can't stop feeling', 'The fallen', 'Bullet', 'Michael', 'This fire', 'Take me out', 'Love illumination', 'Ulysses', 'Jacqueline', 'Treason animals' y 'Outsiders'.
Y no lo voy a falsear, voy a reconocer que antes de que Kapranos y los suyos abandonaran el escenario yo ya estaba escapando como una ratilla para evitar salir con el resto de mortales. Que a veces la gente se hace más que molesta, leñe, ¿o no? Pero mirad, la taxista que nos agarra lleva puesto Radio 3 y así puedes seguir conectado a la música en todo momento y en todo lugar, o sea, como siempre. "Hoy noto más gente que ayer en el festival, ¿no?", pregunta ella, alma cándida, buscando la empatía. Risas enlatadas, despedida, fundido en negro y decenas de neuronas satisfactoriamente perdidas para la eternidad. Cómo molan los festivales.
PD: Cómo molan las fotos de Patricia Cano que ilustran esta crónica (las buenas, las de Varry Brava e Izal son mías)