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+ DE 1001 FILMS: 1039 - Mes petites amoureuses

Publicado el 07 marzo 2010 por Alfonso

+ DE 1001 FILMS: 1039 - Mes petites amoureusesUna pareja se besa frente a un hombre sentado en un banco del paseo. Cuando despegan sus labios, ríen y se marchan cogidos de la cintura. Un par de planos más tarde, vuelven a pasar en sentido contrario. Se besan de nuevo ante el mismo mirón de la alameda. Ese hombre desocupado no es otro que el director del film, Jean Eustache. También Esustache es el joven que desde el banco de enfrente ha seguido la acción y ha encendido su primer cigarrillo, después de descubrir la miel de los labios de una muchacha en una sala de cine iluminada por la belleza de Ava Gardner. El director no lo es en carne y hueso en este segundo personaje, por supuesto, pero si en el recuerdo que le hace (re)vivir al adolescente Daniel (Martin Loeb), convertido ahora en memoria eterna por arte y magia del celuloide.
De una pureza que raya la perversión, como la escena de la primera comunión con que arranca el film, Mes petites amoureuses (1974) demuestra que el francés Jean Eustache respiraba cine por los poros de su piel. Gracias al éxito internacional de La maman et la putain (1973), pudo poner en marcha su ansiado proyecto sobre la ilusión adolescente y presentarnos, con una velocidad de acción perfecta, al joven Daniel, que vive bajo el cuidado de su abuela materna en un pueblo de la Francia meridional, creciendo inocente entre cómics, bicicletas, sesiones de circo y nada peligrosos juegos con cristales, aprendiendo a besar en los viajes escolares en tren, elipsis muestra de la aludida maestría del autor. Cuando suba a otro tren para reunirse con su madre en la ciudad, descubrirá que las bicicletas también pueden ser un medio de trabajo, que crecer es complicado, que ha de decidirse entre robar un beso o una simple caricia en la falda del vestido de una impúber. Con el estío regresará al pueblo. El tren será idéntico al de su partida, al de su aprendizaje, pero él, Daniel de camisa blanca de mangas largas a imitación de un inmaduro con la cartera repleta de francos, Eustache de cinefilia viciosa, habrá cambiado.
No cuesta identificarse con la educación sexual del joven, con las dudas, miedos y deseos de manejar la vida del protagonista de un film tan especial como Mes petites amoureuses, tan real y veraz que no es de extrañar que otro francés, Henri-François Imbert, rodase años después Les temps des amoureuses (2008), una revelación de la vida de los protagonistas que vemos crecer en la pantalla, de sus recuerdos del rodaje, de la vida después de ese genio llamado Eustache, el autor de dos impecables largometrajes de autobiográfica ficción, que persiguió su tiempo perdido, su felicidad, y escribió aquí su A la sombra de las muchachas en flor.
+ DE 1001 FILMS: 1039 - Mes petites amoureuses
Mes petites amoureuses (1974)En el libro 1001 películas que hay que ver antes de morir (Editorial Grijalbo) se detalla 1 título de J. Eustache: La mamam et la putain (1973).

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