Revista Cine

+ DE 1001 FILMS: 1080 - One false move

Publicado el 26 diciembre 2010 por Alfonso

+ DE 1001 FILMS: 1080 - One false moveLila Walker, Fantasia (Cynda Williams), es una joven que marchó hace 5 años a Hollywood con el deseo de convertirse en actriz. En Star City, Arkansas, ciudad de nombre prometedor y falso, dejó un pasado de ladronzuela y un recién nacido a cargo de su madre y su hermano. Ahora regresa, pero lo hace en mala compañía: la del novio, Ray Malcolm (Billy Bob Thornton), un neurótico perdedor, y la del psicópata Pluto (Michael Beach), un homicida con un coeficiente intelectual elevado, y en mal momento: después de haber matado a unos traficantes para robarles una buena cantidad de dinero y cocaína. Dale Hurricane Dixon (Bill Paxton), el sheriff del pueblo natal, lugar al que todas las pistas indican que se dirige el trío asesino, le espera pacientemente acompañado de un par de agentes de LAPD, Dud Coole (J. Metzler) y John McFeely (E. Billings). Tras intentar vender la droga en Houston, Fantasia, Ray y Pluto siguen con su recorrido de autopistas, moteles y gasolineras, para reunirse en la pequeña ciudad. Pero los sueños si se mezclan con droga suelen producir pesadillas inquietas.
Carl Franklin dirigió la historia, One false move (Un paso en falso / Falso movimiento, 1992), film noir-road movie-psycho thriller, escrita por Tom Epperton y el actor Billy Bob Thornton, para la división cinematográfica de la IRS -un pequeño sello discográfico que vivía sus días dorados gracias a ser los productores de las primeras grabaciones del grupo de rock REM- pensando en el mercado del video, el canal de distribución más
adecuado para los productos de la serie B en las décadas de 1980-90. Sin embargo, una vez comprobado el resultado final, decidieron distribuir copias para las salas comerciales. El boca a oreja hizo que se hablase de la cinta mas allá de las fronteras oceánicas y alcanzase cierta repercusión: bien valorada por la crítica, se convirtiría en toda una obra de culto. (El director Pedro Almodóvar se declaró entusiasta de ella, y vistas algunas escenas incluidas en su posterior filmografía -en concreto, el apasionado beso con las cabezas cubiertas de Los abrazos rotos (2009)- tomó apuntes del natural, pues si bien es cierto que la primera y mayor referencia de esa secuencia es el surrealismo pictórico de René Magritte, no es menos que en One false move hay una espasmódica escena directamente influida por el pintor onírico: el beso acerado y mortal que mancha las manos de los ladrones.)
Con un guión preciso y prefecto (presenta al poli rural como un paleto y lo apoda Huracán, cuando se anticipa a los hechos antes que nadie, se mueve con una pasmosa tranquilidad y en seis años de servicio nunca ha desenfundado su arma), el pulso de Joseph H. Lewis o Don Siegel, una puesta en escena cercana al cinema verité, a la desasosegante calma de Twin Peaks, Carl Franklin envolvía en colores cálidos, lenguaje directo y sucia sexualidad encubierta, una historia llena de reparos y remordimientos: la prepotencia del urbanita que llega al campo, la cruel victoria infringida por el sistema capitalista a la mujer frágil y soñadora, el racismo latente en las gentes menos conflictivas. Y en esta última reflexión radica el mayor acierto de One false move: Pluto es un negro lleno de rencores -como universitario conoce las trampas del sistema, aunque nunca lo mencione-, acrecentados quizá por problemas fisiológicos -no participa en juegos de cama: su arma es una navaja que maneja con saña- y Fantasia es una mujer de piel oscura con un padre blanco al que nunca conoció y un primer amante, también blanco, que nunca le reconoció, ni reconocerá, su amor. En su siguiente título, Carl Franklin recurriría de nuevo al tema subyacente: la mezcla de razas y la vergüenza del hombre blanco por reconocer a sus vástagos mestizos. Walter Mosley, afroamericano como el director, le sirvió en bandeja el argumento con la primera entrega del investigador privado Easy Rawlins, pero pese a contar con toda una estrella como protagonista, Denzel Washington, Devil in blue dress (El demonio vestido de azul, 1995), no se acercó al notable. En One false move en cambio nacieron Billy Bob Thornton y un par de personajes, el jefe Dixon y Fantasia, a los que sólo la tierra, y el cine, podría unir.
Al final de la pelicula, Hurricane se toma una cerveza al lado de Cheryl Ann (N. Cadernay), la esposa fiel que sabe diferenciar entre ver la televisión y leer non-fiction, mientras la pequeña Bonnie (M. Donovan) juega con su nuevo amigo. Los superhombres de Los Angeles pasan a despedirse. Les pide disculpas por no poderse poner en pie: las heridas, y las palabras escuchadas al azar, aún no han cicatrizado. Ellos, avergonzados por haberle subestimado, se marchan con sus trajes caros y limpios a la gran ciudad. Huracan bebe otro trago de la botella. Se está bien a la sombra. No se arrepiente de nada. No pide más a la vida. (Ese sería la secuencia final y clásica añadida por una gran compañía o un director a sueldo a la historia, pero One false move es atípica y seductora hasta en la manera de arrancar los créditos finales. Mejor el apego terrenal de Franklin.)
+ DE 1001 FILMS: 1080 - One false moveOne false move (Un paso en falso / Falso movimiento, 1992)
En el libro 1001 películas que hay que ver antes de morir (Editorial Grijalbo) no se detallan títu1os de C. Franklin.

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