San Trófimo, obispo. 29 de diciembre, 14 y 15 de abril, Iglesias Griegas, 29 de junio, 31 de julio y 29 de octubre.
Sobre Trófimo, oriundo de Asia Menor y convertido en los inicios de nuestra fe cristiana, tenemos el testimonio bíblico de Hch. 20, 4, donde se le menciona como uno de los compañeros de San Pablo: "Y le acompañaron hasta Asia, Sosípater de Berea, Aristarco y Segundo de Tesalónica, Gayo de Derbe, y Timoteo; y de Asia, Tíquico y Trófimo". Sobre San Sosípater y San Jasón (29 de abril) ya he escrito antes. Tenemos además otro texto, la segunda Carta a Timoteo (4, 19) donde dice el San Pablo: "a Trófimo lo dejé enfermo en Mileto". Trófimo, siguiendo los pasos de Pablo, le acompañó en su tercera viaje apostólico. No hay duda en que fue uno de los pilares de algunas iglesias locales, evangelizador y organizador de las mismas.
El "Pseudohipólito" dice que Trófimo se unió a San Pablo en Roma y que con este sufrió el martirio. Pero no podemos fiarnos mucho, porque también le pone siendo parte de los setenta discípulos, cosa imposible pues no había no judíos entre estos discípulos de Cristo.
La leyenda, que nunca falta, enreda un poco el asunto: Le hace nada menos que uno de los enviados a la Galia por el Príncipe de los Apóstoles en misión evangelizadora, convirtiéndose en uno de los "Santos en la Máquina del Tiempo" que ya hemos mencionado. El origen de esta leyenda está en San Gregorio de Tours (17 de noviembre) que menciona a los obispos enviados desde Roma a la Galia por el papa San Fabián (20 de enero) en el siglo III: San Gaciano de Tours (18 de diciembre), San Pablo de Narbona (22 de marzo), San Marcial de Limoges (30 de junio), San Dionisio de París (9 de octubre), San Saturnino de Tolosa (29 de noviembre) y Trófimo, enviado a Arlés como obispo. Pero esta comitiva data de mediados del siglo III, y no del I, como pretende la leyenda. Le habría sucedido en la sede de Arlés, San Rieul (30 de marzo).
Ciertamente, además del testimonio del Turolense, consta un obispo llamado Trófimo en la sede de Arlés, enviado especialmente para combatir a Marciano, obispo de la misma sede, que había promovido la herejía novaciana. Y esto fue en el siglo III. Y por si fuera poco, una carta del papa San Zósimo (26 de diciembre) menciona a Trófimo como columna de la iglesia en Arlés, sin señalar para nada su supuesto envío por parte del apóstol San Pedro en el siglo I. Las Iglesias Orientales han mantenido la tradición de su martirio en Roma con San Pablo, la leyenda de Arlés les es ajena.
Fuente:
-"Vidas de los Santos". Tomo XV. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 29 de diciembre además se celebra a
San Maccuil de Mannin, penitente y obispo.
San David de Jerusalén, rey.