Revista Comunicación
DE BARRABÁS A JESÚS: convertido por una mirada
Publicado el 29 junio 2014 por Max Damián @soymaxdamian
Hoy se me fue el sueño muy temprano. ¡Como nunca me he levantado a las 6:00 am para escribir un artículo! ¿Algo anda mal en el universo? ¡ESPERO QUE NO! Y como no logro conciliar el sueño, escribí este artículo cuyo tema es una reflexión por estos días de Semana Santa. Disfrútenlo. Des que era niño, siempre escuché hablar de un grandemente odiado personaje. Un hombre al cual todo el mundo le ha dado el crédito de malvado, diabólico, y hasta lo han menospreciado. Y tienen toda la razón. Este hombre del cual les hablo, era uno de los delincuentes más buscados de su época. Un asesino a sangre fría. La CIA, FBI e INTERPOL, lo tenían fichado como el hombre más peligroso del mundo. Después de búsquedas intensas por todos los países, lograron capturarlo. ¿Su condena? Pena de muerte. Y es que era acusado por muchísimos cargos. Violación, sicariato, robo, extorsión, falsificación; y todos los peores delitos que puedan existir. Y ahí estaba el. En una celda fría y oscura meditaba y recordaba sus últimos crímenes. Con un inmenso miedo a la muerte. Su propia muerte. Pero algo extraño sucedió. Lo están sacando de su celda para darle muerte. ¡Pero todavía no es el tiempo! ─Gritaba el hombre─. Y su miedo a morir crecía a medida que iba saliendo al patio del juzgado principal. Pero ese día era diferente al de otros días de sentencias. Había un hombre más que era juzgado por el pueblo. ¿Sera él? ─Se preguntó─ ¿Será ese tal Jesús del que tanto oí hablar? Y la multitud enfurecida gritaba: ¡Crucifíquenlo! ¡Crucifíquenlo! ¿Pero por qué quieren asesinarlo? ─Le pregunto a un oficial─. Es que se ha auto proclamado Rey de los Judíos. Y que hace milagros y da vida a los muertos ─Respondió el oficial mientras reía burlescamente─. De pronto escuchó a la multitud gritar: ¡Liberen a Barrabás! ¡Danos a Barrabás y crucifica a Jesús! Y se decía así mismo: ¡Este hombre no ha cometido delito alguno! ¡Yo merezco morir, no él! Pero ya era demasiado tarde. Así que se le quitaron sus cadenas y fue entregado a la multitud. Pero algo más ocurrió. Mientras caminaba hacia la multitud paso en frente de aquel hombre que preparaban para su condena. Y al verlo a los ojos quedo impactado por la respuesta visual de aquel Jesús. Al mirarlo, sus ojos no tenían odio ni resentimiento contra él, solo misericordia y amor. Se sintió libre de toda culpa. De toda condena. ¡Esa mirada cambió mi vida! ─Confesaría más tarde Barrabas al estar con su familia y amigos─. ¿Te has puesto a pensar en esta parte de la historia de Barrabás? Todos hemos hablado horrible de él. Solo nos hemos quedado con la parte de la historia en que fue un delincuente. Pero Barrabás jamás fue un simple delincuente. El pertenecía a la casta de los Zelotes. Y en realidad era un hombre que no valía ni un peso. Pero Jesús ya lo había elegido para hacerlo salvo. Jesús murió por él. Tomo el lugar que le pertenecía a Barrabás. En pocas palabras, Barrabás representa a toda la humanidad siendo salva. →No te olvides de comentar, compartir y darle LIKE a este artículo. Se vale etiquetar a tus amigos.←