Revista En Femenino

De Blancanieves a Rapunzel, el cuento oculto de las princesas

Publicado el 30 diciembre 2011 por Daniela @lasdiosas
Sumisas, obedientes y amantes esposas o personas independientes, con capacidad de elección: ¿en qué queremos que se conviertan las niñas?
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Imagen: Rodolfo Loaiza.

Hace unos días, Disney España lanzaba una nota de prensa en la que afirmaba que el 90% de las niñas españolas prefería disfrazarse de princesa antes que de médica, animal o flamenca. Una cifra altísima... si fuera real. En realidad se trata del 90% de las hijas de entre 4 y 7 años de 359 mujeres españolas. Teniendo en cuenta que, según los datos de 1999, en España viven 10.165.237 mujeres con hijos e hijas, no parece que sea una muestra muy representativa.Aún así, no hay que subestimar la influencia de Disney: hablamos de una industria que mueve millones cada año, que lleva presente en el imaginario colectivo desde 1937 (cuando estrenaron su primera película, Blancanieves y los siete enanitos) y que, sólo con sus princesas, genera alrededor de 4.000 millones de euros. La propia compañía estima que cada niña ve unas 40 veces el DVD de su princesa favorita (no dice nada acerca de los niños).Como dice Ismael Ramos Jiménez en Desmontando a Disney: hacia el cuento coeducativo (tercer premio en el certamen de materiales curriculares coeducativos Rosa Regás, editado por la Junta de Andalucía), “las historias de Disney cuentan con presunción de idoneidad para educar, así como legitimidad cultural a la hora de enseñar valores e ideales”.Sin embargo, como señala el especialista en cuentos Jack Zipes: “las historias Disney reproducen estereotipos de género que tienen un efecto adverso sobre los niños, al contrario de lo que los padres puedan pensar […]. Ellos creen que son esencialmente inofensivas y en absoluto lo son”.Construcción de roles“La asociación de roles de género en los niños y niñas comienza a edades muy tempranas: con tres años ya se tiene una idea clara de lo que corresponde a cada rol”, explica Eva Velasco, agente de igualdad en el barrio de Hortaleza (Madrid). Un aprendizaje que ocurre por imitación de la familia, los amigos y los personajes televisivos, como las heroínas de Disney. Y en las historias de princesas, en general, el elemento femenino, aunque sea protagonista, está subordinado al masculino: la salvación de la princesa depende de él. Es decir, que las mujeres no son capaces de cuidar de sí mismas y necesitan la ayuda de un hombre. Al menos, todas las mujeres que no sean una bruja.Porque Disney sólo ofrece dos modelos de mujer: la princesa joven, guapa e inocente que acaba conociendo al hombre de sus sueños para unirse en matrimonio (Pocahontas es la única película en la que no hay boda) y que con las excepciones de Bella y Tiana jamás coge un libro o tiene un trabajo; o la bruja, generalmente madura, con curvas, independiente, poderosa e inteligente, pero fea y malvada. No es de extrañar que las niñas quieran ser la princesa.La princesa, en casaY la princesa tiene un ámbito claramente definido: el privado. Incluso en el caso de las últimas heroínas – Mulan, Rapunzel– en el que se ha querido dar una imagen más activa y moderna de la mujer como ser actante e independiente, vemos cómo al final pasan del cuidado del padre al de su pareja. En el caso de Mulan, ésta llega incluso a rechazar cargos en la corte imperial para poder volver a casa con su padre y, posteriormente, casarse. Salvando las distancias, algo similar al final de Piratas del Caribe (también de Disney, por cierto):la rebeldía no es más que un pequeño periodo de libertad antes de pasar a ser una fiel y enamorada esposa (y madre). En el mundo Disney son los hombres los que dominan la esfera pública, los que ostentan el poder y tienen un estatus de supremacía: reyes, visires, príncipes, caballeros, etc.Uno de los ejemplos más paradigmáticos, como comenta Ramos, es quizá El Rey León, donde el espectador es testigo de “la lucha encarnizada por el poder entre los machos por una parte y la exclusión de esta lucha y la pasividad de las leonas por otra, cuando por todos es sabido que estos felinos hembras son los animales más fieros en la caza y protectores de la manada; atributos que Disney les niega para relegarlas a meras espectadoras pasivas del trasvase de poder entre machos”.Disney construye así un mundo bipolar, en el que la belleza, la seducción y el hogar son del dominio de las chicas y la fuerza, la violencia y la vida pública, de los chicos. Como bien concluye Ramos, “tras consultar a muchas niñas y a muchos niños cuáles eran sus películas favoritas de dibujos hemos obtenido multitud de títulos de Disney. Tras preguntar también a muchas niñas y niños cuáles eran sus personajes favoritos de Disney podemos concluir que las niñas quieren ser princesas y los niños no”.
POR A. P. CAÑEDO / MADRID FUENTE: DIAGONAL PERIÓDICO

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Por  Lila Martinez
publicado el 13 noviembre a las 15:06

Efectivamente el sueño de blancanieves es “one day my prince will come”. Una película que fué realizada en los años 30 donde el rol de la mujer estaba mas que marcado, Justo me acaba de llegar esta publicidad de 1953 en época de la dictadura de franco de “las 11 reglas para ser una buena esposa” http://alvaole.blogspot.ca/2012/05/guia-de-la-buena-esposa-la-mujer-en.html para la mujer moderna es un verdadero insulto.

Como cineasta, tengo que debatir el artículo, sobretodo lo de las leonas del reyleon. Tienes que recortar mucha historia a la hora de contarla en 90 minutos, y ahí está claro que las leonas son las que cazan, que son fuertes pero que tienen a su rey, al igual que pasa en el Discovery Channel y si ves la obra teatral que es mas larga en duración, el rol de las leonas es más fuerte aún.

Walt Disney comenzó con Blancanieves y sus siguientes películas fueron, Pinocho (perfecta en cada aspecto), Fantasia (adelantada a su época) Dumbo (película express para recaudar dinero cuando el ejército de la segunda guerra mundial estaba viviendo dentro del estudio), Bambi (una obra de arte), hasta que llegó a un punto de quiebra y tuvo que aceptar que lo que el público quería era otra Blancanieves, otra princesa. Realiza “La Cenicienta” y recupera el dinero suficiente para continuar. Le sigue dentro de las “princesas” Alicia en el País de las Maravillas y la Bella Durmiente (que fué igual de cara que Ben Hur y el público no la aceptó en su época por el el tipo de nuevo arte más estilizado de la UPA y casi vuelve a quebrar).

Asi que la pincesas antiguas son Blancanieves (el punto mas machista de todos si lo quieres ver así, donde no se modificaba tanto la historia original del cuento), Cenicienta, Alicia y la Bella Durmiente.

En el Renacimiento de la Animación, abrieron con otra princesa, la Sirenita, que si, quiere conocer un mundo nuevo al principio pero despues se enamora y quiere llegar a ese mundo nuevo por él, pero se podría decir que Ariel, es la última débil. Aunque tengo una amiga americana que no le permitían ver la sirenita porque se revela contra su padre.

Bella es un persona fuerte, que no suelta un libro y “quiere aventuras que al mundo asombren” y aunque el mejor partido de la villa la quiere como esposa ella se reniega a serlo. Y en este caso su principe no la salva, prácticamente ella lo salva a él, ella va a su rescate sobre el caballo.

Jazmin, reniega de ser princesa, rechaza a todo candidato y huye del palacio. Mulan, no es que rechaze el puesto político sino ella cumplió su fin, ella se enrola en el ejercito no por formar parte de la política sino para salvar a su padre enfermo, lo cual logró. Pocahontas detiene la guerra entre los nativos y los ingleses poniendo su cuerpo frente al del enemigo “tendrás que pasar por mi primero” Tiana es “ I work hard for every single thing I got” es workaholic con 2 trabajos persiguiendo un sueño. Y en Rapunzel cambiaron el rol de principe que viene en el cuento original al de un raterillo buna onda, que es con lo que nos topamos en la vida jajajaja.

Y mas que nada de Pixar, Merida, compite por su propia mano, quiere su libertad y lo último que le interesa es el matrimonio.

Asi que este artículo pudo haber sido más válido en los 50´s donde la sociedad misma dictaba estas reglas. Pero yo que crecí en el renacimiento de la animación, el mensaje que quedó claro en mi fué de la Bella en adelante, el de persigue tus sueños, no importa el costo. Y heme aquí de nuevo en Canadá a costa del precio, mi marido y mi familia, y seguiré luchando, workaholic hasta ver a donde puedo llegar, y siceramente, este mensaje me lo dejó Disney, definitivamente no lo aprendí en mi casa donde mi mamá seguía las 11 reglas de la perfecta esposa.

Asi que con todo lo feminista que soy, tengo que decir que está un poco incompleto el artículo y le falta profundiad, solo ven lo que quisieron ver, y es más fuerte la publicidad de L´oreal, Palacio y otros medios que siguen estipulando donde “está el lugar de la mujer”. No tanto la mercadotecnia de las pincesas Disney, mientras las princesas vendan, las seguirna explotando al igual que Star Wars sigue vendiendo y lo seguirán explotando.

En fin, los valores que nos forman como adulto, son los que se nos enseñan en casa, con el ejemplo de nuestros padres, en la escuela, con nuestro maestros y nuestro círculo de amigos, no los tomamos de una película con fines de entretener.

Por  Grisly Flores
publicado el 13 noviembre a las 01:51

que bueno que a mi desde niña me gusta el exorsista!!!!!

Por  Felipe Jesus Franco Gonzalez
publicado el 13 noviembre a las 01:01

interesante uno no lo vee asii, una ves ke lo analizaa