De caballos y hombres (2013)

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Situado en una comunidad criadora de caballos, “De caballos y hombres” es un film que narra y muestra con mucha claridad los fuertes lazos que se desarrollan en la relación entre el hombre y su caballo y el impacto que genera uno en la vida del otro, y en el que el amor y la muerte se entrelazan con inmensas y terribles consecuencias. Aquí vemos los infortunios y aciertos de la vida de los hombres del campo a través de los ojos de los caballos. Casi cada uno de los capítulos que contiene la película comienza con una imagen que se refleja en un gran y brillante ojo equino, y es fácil preguntarse ¿qué será lo que está pensando el caballo?, la historia es tan bien llevada que hay momentos es los que no se logra distinguir si es un caballo o un humano quien está haciendo la narración.

Calificación: 6,890.

Tráiler de la Película – VOSE

Ficha

Título Original: Hross í oss.
Director: Benedikt Erlingsson.
Guionista: Benedikt Erlingsson.
Actores: Ingvar Eggert Sigurðsson, Charlotte Bøving, Helgi Björnsson, Sigríður María Egilsdóttir, Maria Ellingsen, Juan Camilo Roman Estrada, Halldóra Geirharðsdóttir, Erlingur Gíslason, Kristbjörg Kjeld, Steinn Ármann Magnússon, Kjartan Ragnarsson, Atli Rafn Sigurðsson.
Productor: Friðrik Þór Friðriksson.
Fotografía: Bergsteinn Björgúlfsson.
Música: David Thor Jonsson.
Montaje: David Alexander Corno.
Diseño de Producción: Sigurður Óli Pálmarsson.
Diseño de Vestuario:
Países: Islandia, Alemania, Noruega.
Lugares de Rodaje: Islandia.
Fechas de Rodaje:
Año: 2013.
Duración: 81 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 7 años.
Género: Comedia, Drama, Romántica.
Estreno: 27-06-2014.
DVD (Venta): 17-09-2014.
Distribuidora: Cameo Media, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 851.
Recaudación: 5.438,50 €.
Visitas: 0.

Crítica

23-10-2014 – JOSU EGUREN

Centauros islandeses

Quizá la imagen más poderosa y perdurable en la filmografía de Julio Medem sea aquella en la que el cristalino de una vaca devolvía el reflejo de los miembros de dos familias guipuzcoanas enfrentados a lo largo de tres generaciones (“Vacas”, 1992). De vuelta al presente aquella imagen persistente se repite, aunque ahora son los ojos de los caballos que coprotagonizan la opera prima de Benedikt Erlingsson los que sirven de testigos a una trama en la que es difícil adivinar un principio y un fin consecuentes con la narrativa convencional.

Animado por mi absoluta ignorancia de la cultura islandesa, voy a equivocarme al deducir que el clima es un factor decisivo a la hora de establecer similitudes entre el genio que destila “De hombres y caballos” y el sentido del humor propio de sus vecinos en los países escandinavos. Un sentido del humor enrarecido por el aislamiento insular y la endogamia que se manifiesta en una sucesión de desencuentros surrealistas producto de la adaptación de una serie de fábulas del folklore rural.

“De hombres y caballos” es fiel al título, e involucra a un grupo de hombres, mujeres y caballos en una ceremonia del desconcierto que tiene como propósito hacer brotar en el espectador una sonrisa atravesada por el mal rollo. Previo a una celebración que es una réplica remota de la ‘rapa das bestas’ gallega, Erlingsson ha trotado sobre el humor negro desvelando el laberinto de relaciones que conecta a los miembros de una comunidad desperdigada a lo largo y ancho de la campiña islandesa.

La helada y técnica mirada de Erlingsson no parece mostrar simpatía ni por los seres vivos ni por los objetos, figuras a las que observa desde una distancia que, sumada a lo escabroso de las situaciones que retrata, provoca una sensación de permanente y turbia incomodidad.