Revista En Femenino
De Campo de Criptana al firmamento y más allá....
Publicado el 09 abril 2013 por Pecados Capitales @PecadosCapAyer una estrella subió al firmamento, María Antonia Aurelia Isidora Vicenta Josefa Abad Fernández, o lo que es lo mismo, Sara Montiel falleció repentina e inesperadamente a la edad de 85 años. Por eso hoy, desde mi humilde rinconcito pecador, quiero rendirle un sencillo homenaje a esta mujer única que ya se ha convertido en inmortal.
Sería muy largo de contar toda su trayectoria, por otro lado, de sobra conocida. Por eso, me gustaría destacar su faceta “pecadora”. Confieso que la admiro, como todo el mundo, por su extraordinaria belleza motivo de envidia y placer para la vista. Una hermosa cara, con un cuerpo tentador que en muchas ocasiones eclipsaba su talento como actriz porque, como ella misma decía, ‘veían la “belleza” y no a la actriz’ (¿quizás un poquito soberbia también? Pecado que, por otro lado, está completamente justificado).
Su hermosura y encanto hizo poner a sus pies a muchos hombres porque además aderezaba todo ello con una sensualidad que se le salía por todos los poros de la piel. Es de sobra conocido su historial amoroso porque era tremendamente apasionada. Pero claro, si a tus pies se postran hombres como Gary Cooper, James Dean o Marlon Brando… En fin, tonta sería si no disfrutase de lo que la vida le ofrecía.
A pesar de haber nacido en una familia humilde, tuvo muy claro desde pequeñita que quería ser artista y famosa, y lo consiguió más allá de sus sueños más atrevidos. En una época en la que España casi ni existía en el mapa y antes de Banderas, Bardem o Cruz, nuestra Saritísima cruzó el charco, sin saber inglés, para triunfar en Hollywood. La Marilyn Morena la llamaban. Se dice que tuvo un apasionado romance con mi adorado James Dean (sí, la envidia me corroe). Marlon Brando se presentó en su casa una noche para que le cocinase unos huevos fritos (aayyy esa gula) y Gary Cooper aprovechó el desconocimiento del idioma de la española para hacerla caer en una “trampa”. La joven Mª Antonia aprendía sus guiones fonéticamente y el simpático de Cooper, en una frase que debía decir “Do you want to follow me??” , él le explicó que realmente la pronunciación era “Do you want to fuck me??”… A lo que él respondió… “Yes yes” (claro que yo también le habría dicho yes a Gary. La lujuria es así…). Y esa es solo una de las muchas anécdotas que podría contar a lo largo de su intensa vida.
Aunque si he de ser sincera, lo que más admiro de Sara Montiel no es su belleza, su talento o sus anécdotas. En realidad, lo que más admiro de ella es su valentía y su pasión por la vida. Me gusta que se haya puesto el mundo por montera y haya hecho lo que le ha dado la gana, cuando le ha dado la gana y como le ha dado la gana. Adoro que se riera de sí misma y que cada vez que caía, se volviera a levantar con más fuerza aún. Me gusta su excentricidad, toda ella enjoyada de pies a cabeza (puede que haya sido también un poco avariciosa ¿no?), sin importarle lo que los demás digan de ella. Me gusta, admiro y adoro que haya sido una mujer libre en un mundo y en un momento en el que las mujeres estaban relegadas a un segundo plano y que haya disfrutado de la vida al máximo, con pasión y alegría.
Mª Antonia, allá donde estés, sigue disfrutando y revolucionando todo a tu alrededor, postra a tus pies a los ángeles y déjame darte las gracias por mostrarnos que una mujer puede fumar puros, amar intensamente y vivir libremente sin importar “el qué dirán”. Disfruta de tu nueva vida en las estrellas porque aquí ya eres una leyenda...