Hace un par de semanas Citoyen hizo una reflexión sobre la manera de ser católicos en Francia y en España. El geógrafo subjetivo dedicó otra entrada al tema y aprovecho su resumen de la entrada de Citoyen para reproducirla aquí:
"La diferencia que él observaba, y que muchos observamos, entre los católicos franceses y los católicos es que para los primeros ser católicos es algo serio y que se refleja en la cotidianidad de sus vidas, mientras que para los segundos ser católicos era algo que poco o nada condicionaba sus vidas que eran difícilmente discernibles de las vidas de los expresamente no profesan ninguna religión."Esto es lo que me sugirió el tema:
Habrá que investigar más para ver si es cierto que la diferencia es esa. Podría ser que en Francia hubiera un 20% de católicos serios en sus creencias y en España un 50% de católicos a la carta y un 20% de católicos serios. La percepción sería que la media es menos seria en España.
A mí me parece bien todo lo que ayude a desterrar la mentira organizada que es la religión. Una religión no se define por su moral, que pueden compartir varias religiones e incluso filosofías humanistas, sino por sus mentiras.
En esto tengo, sin embargo, un conflicto. Por una parte el estado moderno exige una separación clara entre Estado y religión y una laicidad y aconfesionalidad sin concesiones. Por otra parte no puedo por menos que constatar que el haber convertido a los curas en funcionarios los ha aborregado con tanto éxito que su capacidad de trabajar por sus ideas y buscarse la vida para conseguir clientela es bastante pobre. Eso que ganamos.
Tal vez la cuestión sea si la religión desaparecerá porque cada vez la practican menos (acaso Francia) o porque los que la practican lo hacen con menos intensidad (acaso España).