Hace como un año me trajo este chaleco que le quedaba chico,lo adoré ni bien lo vi. Si hasta me imaginaba una señora de pelo largo y negro sentada en la vereda tejiéndolo.
El asunto era que a mi me quedaba enorme.
Evalúe achicarlo,pero las costuras eran tan reforzada que temí no poder lograrlas de nuevo.Sobre todo por que al ser telar tiende a deshilacharse facilmente.
Lo guardé durante un año,ese es mi límite por lo menos en cuanto a guardar ropa se refiere. (si no lo uso durante un año,entonces se dona o se recicla)
Decidí usar la espalda para hacerme un clutch.Para poder cortar la tela tuve que pegarle entretela autohadesiva,sino me quedaría con 200 hilos en la mano en el intento.
Corte un rectángulo y lo cosí a mano,y otro un cachito mas chico para el forro y le puse un broche imán para cerrar.
Como ando hiper bordado-adicta,le hice un diseño muy simple a mano alzada.
La macana es que una vez puestos los broches y cosido el forro me di cuenta que un bordecito del forro asomaba por la tapa.
Imaginate que ni en pedo desarmaría todo por ese detalle,me dije que compraría un galón de pompones pequeños para pegarlo y que tape la tela del forro que asomaba...
El asunto es que ya lo usé varias veces y sigue a la espera de los dichosos pompones.Después de todo es solo un detalle no?
Como corolario, y por si era poco el colorinche del bordado,(más los pompones que capaz algún día le pegue)en el lateral le puse un llavero con pompones y flores.
Aún me queda la tela de la delantera y los botones divinos que hasta parecen ser de hueso.
Quizás se convierta en otro clutch,en un almohadón,o en una alfombrita
Este tejido tan lindo seguro se merece convertirse en algo hermoso.
Hasta la próxima!
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