Algunos no los entendió, otros los comprendió a su manera, pero el que más le hizo reír, y que cuenta cada dos por tres a todo el mundo, es de los tomates que hablan.
Están dos tomates en el frigorífico y le dice uno al otro.Esto me dio pie a contarle uno, también de tomates...
-¡Ufff, qué frío hace!
Y el otro le responde:
-¡Ahhh, un tomate que habla!
Están dos tomates paseando en la carretera, cuando de pronto, uno le dice al otro: -¡Cuidado! Chof.Los chistes estimulan el buen humor de los niños, fomentan la risa, desarrollan su vocabulario, son divertidos para toda la familia. Una buena manera de compartir el tiempo de calidad con nuestros hijos es contar un par de chistes, adecuados a su edad.http://diariodealgoespecial.blogspot.com/feeds/posts/default?alt=rss
-¿Qué? Chof.