Pero sigue sin soltar prenda sobre qué hace en clase.Y ya, esta mañana, ha sido el no-va-más. Dos días hacían, lunes y martes, que encontraba un par de amigas/os en el patio, y que el padre intentaba que l'aînée entrara con ellas. Pero no. Y hoy, ha entrado de la mano de su amiga Silvia. Es todo un logro para ella. Y para nosotros. Porque aunque ella es muy extrovertida, los primeros momentos de conocer a la gente, se encierra en sí misma. A Silvia la tiene justo delante de ella, en la mesa pegada a la suya. Las pusieron juntas esta misma semana, y creo que la profesora acertó de pleno al juntarlas.
Cuando la vamos a buscar por la tarde, y coincidimos con la madre de Silvia y la propia niña, se despiden diciéndose adiós, hasta mañana.