Revista Diario

De cómo inventamos un cuento al revés

Por Bergeronnette @martikasprez
Leía en el blog de Yolanda, Dibujos de Nube, un post acerca de actividades que hace con su peque con las canciones y cuentos. Y no es otra cosa que cambiar los finales y "adaptarlos". Alguna vez lo he hecho con canciones, pero nunca con cuentos. Así que, no pude resistirme a probarlo con l'aìnée.
No encontré un mejor momento que la hora de la ducha. Además tocaba pelo, así que podríamos estar un ratito más. Le expliqué qué teníamos que hacer, y le propuse coger el cuento de Los tres cerditos.
De cómo inventamos un cuento al revés Tengo que reconocer que hace mucho que no cuento esta historia, y se lo conté rápidamente para que cogiera la primera idea.
Era que se era un lobo feroz y tres cerditos. El primer cerdito comenzó a construir una casa de paja, el segundo cerdito quiso hacer una casa de madera y el tercer cerdito, una casa de piedra. Cuando ya tenían las casas hechas, apareció el lobo. Llegó hasta la casa del primer cerdito, y comenzó a soplar, y a soplar, y la casa de paja derribó. El primer cerdito se fue corriendo a casa del segundo cerdito. El lobo lo siguió y volvió a soplar y a soplar, y la casa de madera derribó. Los dos cerditos corrieron a la casa del tercero, un cerdito responsable y ordenado. Cuando llegó el lobo, sopló y sopló. Sopló y sopló pero no pudo echar abajo la casa. Y colorín colorado.
Ahora, era el turno de l'aînée, y como le costaba empezar, comencé:
Erase que se era un lobo, pero no era feroz, sino valiente y responsable. Un día, el cerdito más pequeño de todos, lo invitó a su casa de paja a una fiesta. Pero dejaron todo desordenado y sucio, y el lobo se fue a su casa muy triste. Otro día, otro cerdito invitó al lobo a su fiesta, y el lobo también fue, pero al acabar la fiesta, la casa estaba sucia y desordenada.
Aquí fue cuando mi hija comenzó a poner muecas, porque no estaba de acuerdo. Yo pensaba que era porque no le estaba gustando esa versión, pero el problema era otro. Resulta que el cuento original tenía más final, -yo sólo había hecho un resumen rápido, para volver el cuento del revés- y ella me lo terminó de contar:
Como el lobo feroz no pudo derribar la casa de ladrillo, intentó entrar por la chimenea, pero el cerdito puso agua caliente, y cuando el lobo bajó, se quemó. Y ahora sí acaba así, mamá, que me lo has contado mal. Y no era como tú lo has dicho.
Habrá segunda oportunidad para volver un cuento del revés, o inventar uno a partir de los clásicos.


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