Revista Infancia

De comunidades online y milagros improvisados

Por Amormaternal
De comunidades online y milagros improvisados
Como muchos sabrán, internet es una herramienta muy poderosa. Lo que cada quien decida hacer con ese poder, es al fin y al cabo, decisión suya. Hay personas que eligen hacer daño a los demás, y hay otras, como Jenny Lawson, bloguera, humorista y madre, que deciden hacer pequeños milagros. Milagros que inspiran y mueven a cientos de personas para que ocurra un efecto bola de nieve difícil de imaginar hasta que lo presencias. 
A mediados de diciembre pasado, Jenny, mejor conocida como The Bloggess,  escribió un artículo en el que ofrecía regalar 20 cupones de regalo, con un valor de 30$ cada uno, válidos para realizar compras en Amazon. Jenny pedía a sus lectores contactarla a través de la sección de comentarios de su blog, explicando si necesitaban ayuda y por qué. Quería ayudar a 20 personas a no tener que decirle a sus hijos que Santa no existía y que esa navidad no habría regalos, quería quitarles ese peso de encima a sabiendas de que muchas familias podían estar pasando por dificultades dada la situación financiera. Ningún niño merece oír eso en navidad, y ningún padre merece pasar por la situación de explicarle eso a sus hijos. 
En cuestión de minutos había 20 comentarios de personas que verdaderamente necesitaban una donación, una ayuda para pagar sus facturas eléctricas, o poder comprar la cena de navidad, o para comprar un juguete a sus hijos. Los comentarios continuaban y Jenny comenzó a entristecer, pensando que quedarían personas necesitadas, sin recibir una ayuda. Pocos comentarios más abajo, alguien escribía: "Yo me haré cargo de la persona número 21". Luego otra persona ofreció una tarjeta de regalo para la número 22. Y continuó cual avalancha. 
En cuestión de pocos días, hubo más de 500 comentarios y muchas historias conmovedoras de personas con verdadera necesidad. Cada vez que alguien comentaba que necesitaba ayuda, aparecía otro comentario ofreciendo ayudar. Jenny actuó como intermediaria, poniendo en contacto a estas personas de modo que pudieran ayudarse directamente. Algunas personas necesitadas acabaron recibiendo tanta ayuda, que se convirtieron en donantes también. Otras que vivían en situaciones de verdadera escasez pudieron obtener más de una tarjeta de regalo. 


Las personas que recibieron regalos prometieron ayudar a otros el año que viene. Jenny siguió recibiendo e-mails de personas agradecidas, en shock y bañadas en lágrimas: eran las personas que habían podido ayudar a otras. Se alegraron muchísimo de haber sentido el calor del verdadero espíritu de la navidad, de la deliciosa sensación de poder hacer pequeños milagros, dar a otros alegría y ayudar.
Lo curioso de todo este milagro improvisado es que Jenny comenta que su tráfico durante los días de las donaciones se mantuvo igual, es decir; quienes participaron en tal milagro colectivo fueron sus lectores habituales, los de siempre. Se sintió sumamente afortunada de formar parte de esa comunidad tan unida. 
Otros blogueros se sumaron a la iniciativa, ofreciendo convocar iniciativas similares desde sus blogs, y logrando ayudar a más personas. Se calcula que en este milagro de navidad de 2010, se recaudaron y repartieron unos $40.000 entre casi 700 familias. 

¿Y tú qué opinas? ¿Crees en los milagros? ¿Sabías que los blogs y redes sociales podían crear tal sentido de comunidad, unión y generosidad desinteresada?
Foto © moodboard/Corbis

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