¡Qué perdición sentimos con los marcos metálicos! Y lo curioso es que, o no vemos ninguno, o los encontramos todos en la misma semana... Este de hoy lo compramos a los pocos días de los marquitos maternidad que publicábamos el lunes. De mayor tamaño y con la tela bastante estropeada, nos pareció interesante por sus posibilidades.
Pintura turquesa...
... un lijado para dejar entrever el metal, un par de capas de barniz...
... y un espejo, y ya está. ¡Preparado para lucirse con coquetería!
Esta otra lindura (esta vez un marco de resina) estaba así, tal cual, esperando a que alguien se enamorara de ella... ¡Y a nosotras nos faltó tiempo! Si es que ya lo hemos dicho en el título... ¡Somos las madres de todos los "Marcos"!
Tan sólo presentaba esta ligera pérdida de color en un lateral.
Con una pintura dorada envejecida, dimos varias manos hasta igualar el tono. Un poco de lija para integrarlo con el resto del marco y...
¡Aquí paz y después gloria! Ambos trabajitos ya están listos para presumir y decorar.
Volvemos a participar en la convocatoria de Marcela Cavaglieri (¿habrá terminado ya su mudanza?) y sus entretenidos findes frugales de los viernes. ¡A ver con qué nos sorprenden las participantes!