Revista Belleza

De dolores e idas de olla

Por Virginia Silence @mamipreocupona

(O cómo un dolor de espalda de hace parecer una zombie descerebrada)

Publicada el 11/01/2018

No sé qué saldrá de aquí, por aquello de que esta 'semanuca' he dormido como diez horas en total porque estaba haciendo cosas.
¿Cosas nazis?
Pues no, precisamente nazis no eran.
¿Soviéticas? Probablemente. Pero 'Nationalsozialismus' definitivamente no.
Aclarado este punto, os comento, sigo con el puñetero dolor de cuello, cadera y espalda en general. Por si fuera poco, me dan 'mareíllos' o vértigos como los llama mi reuma. Algo que considera normal, dado el escombro de columna que tengo.

-Pues tendrás que arreglarlo -la dije muy digna a la médico.
-A ver, Virginia, esto sabíamos que pasaría, ¿cómo te lo voy a arreglar, mujer?
-¡Pues tú sabrás, que eres la especialista, pero ahora con un niño... No me puedo permitir estar así!

*Escena dramatizada
Total, que me dio unas "sencillas pautas" para no cargar las cervicales, y así -al menos- evitar los vértigos:

CONSEJO Nº1: No leas, ni veas la televisión sentada más de una hora seguida. vaya por Dios, pues que reposo más divertido.

CONSEJO Nº2: No uses el ordenador. Sin ordenador no trabajo.

CONSEJO Nº3: No cargues peso. Morcillito pesa como 15 kilazos y tiene alma de koala, así que...

CONSEJO Nº4: Duerme con una buena postura. ¿Buena postura? Por favor, con dormir me conformaba.

CONSEJO Nº5: Mucho descanso y reposo de espalda, vamos estar tumbada a la bartola viendo series (cortitas o por 'fascículos, claro está) o mirando el techo.

No lo seguí a 'rajatabla' -por razones evidentes- así que no comprendo cómo estoy cada vez peor.

A ver, que la estancia se agrande y encoja a mi alrededor tiene su punto, rollo Alicia en el país de las maravillas.

Cuando siento que caigo al vacío, ya no mola tanto.

La desorientación es algo que me viene de serie, así que tampoco noto mucha diferencia. Aunque a veces sí acojona, cuando de pronto no tienes ni idea de dónde coño estás. Por suerte dura un par de minutos el reseteo de tu gps interno (si te quedas en silencio puedes escuchar la maquinaria mental y de fondo una voz que dice: "recalculando"). Y te 'reorientas'.

Otra cosa 'molona' de la falta de sueño es mezclar palabras. Voy a decir: "ahora cena y a la cama" pero digo: "ahora a la cama y a bañar". A ver, intuyo que algo no encaja, aunque voy como ralentizada... Tardo un poco en darme cuenta de qué es.
No hace mucho me ocurrió en la salida de la guarde con una simple palabra, mi intención era decir "confirmación". Pero durante el trayecto que va desde mi cerebro a mi 'bocachancha', se debió desorientar la palabra y solté -a saber por qué- "masturbación".
Simplemente os diré que, o bien se hizo la loca la mamá en cuestión (por vergüenza ajena) o bien no se dio ni cuenta y yo le doy la importancia que no tiene.


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