Norelys Morales Aguilera.─ De Estados Unidos sale la "intervención" rusa en las elecciones de América Latina. Inequívocamente lo prueban senadores de ese país en sendas misivas a Rex Tillerson, Secretario de Estado y al administrador de la Agencia de Cooperación de EE.UU. (USAID, en inglés), Mark Green.
Fueron el republicano Marco Rubio y los demócratas Tim Kaine y Bob Menéndez, quienes urgieron al Gobierno de Donald Trump a aumentar su apoyo para proteger las elecciones previstas este año en Latinoamérica ante un posible ataque ruso, según informó la agencia Efe.
En la víspera del primer viaje por la región del secretario de Estado, Rex Tillerson, los tres senadores, muy vinculados al injerencismo en América Latina, instaron al jefe de la diplomacia estadounidense a proteger los comicios que tendrán lugar en 2018 en distintos países latinoamericanos de una posible intervención rusa.
Los senadores citaron las informaciones que apuntan a que Moscú está usando tecnología sofisticada para inmiscuirse en las próximas elecciones mexicanas (¡claro México! y no es ingenuo), e indican su creciente preocupación por los esfuerzos del Kremlin para desgastar los “avances logrados y ampliamente apoyados para mejorar las estructuras democráticas y los procesos electorales” en la región.
Ello obviamente si pruebas o evidencias, pero según escribieron: “Basado en el lamentable historial de Rusia en la región, esto no debe llegar como una sorpresa; estas acciones recientes son simplemente el último capítulo de la influencia maligna de Rusia en toda América Latina, lo cual amenaza con desestabilizar la región”, escribieron.
Anclados en la Guerra Fría, indicaron que
lo anterior es aún más alarmante ante el hecho de que el calendario
electoral en el hemisferio de este año incluye seis elecciones
presidenciales “contenciosas”, incluyendo México, Brasil y Colombia.
Según comentarios del asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca,
H.R. McMaster, existe “un esfuerzo sofisticado para polarizar a
sociedades democráticas y confrontar comunidades dentro de esas
sociedades”, y que señaló en particular la elección presidencial en
México. De hecho, McMaster había comentado en ese mismo discurso a fines
del año pasado que “ya se han visto señales de esto en la campaña
presidencial mexicana”, sin ofrecer una sola prueba, indicó David
Brooks, corresponsal de la Jornada en Washington.
“Los sistemas electorales débiles pueden ser fácilmente explotados y manipulados por actores maliciosos como Rusia. Por ello, creemos que es fundamental que USAID continúe desempeñando un papel activo en la provisión de asistencia técnica, educación y capacitación para apoyar los esfuerzos de estos países para fortalecer sus sistemas electorales”, insistieron en la paranoia.
Sin embargo, aunque no quieran se piensa en Honduras, que no fueron precisamente los rusos quienes las han manipulado.
¿De verdad Rubio, Kaine, Menendez son ejemplos de la protección de las elecciones y la democracia en América Latina?
Claro que no.