Revista Ciencia

¿De dónde viene el arco iris?

Publicado el 06 mayo 2010 por Marcredondo

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¿De dónde viene el arco iris?

Este pasado jueves vivimos una mañana marcada por los chubascos. En Madrid, tras el chaparrón, rápidamente salió el sol y pudimos ver un increíble arco iris. Ya sé que es difícil contar minuciosamente por qué se produce, pero voy a intentarlo. Lo que no me vas a discutir es lo espectacular que es.

Para poder ver un arco iris necesitamos dos ingredientes: sol y lluvia. Hasta aquí fácil, ¿verdad? Segundo paso para verlo: ponernos de espaldas al sol. Entramos ahora ya en materia: por qué se forma. Cuando un rayo de luz penetra en una gota de agua (nos la imaginamos esférica) pasa de aire a agua, es decir, cambia de medio. Sufre lo que se denomina un refracción. Cuando ya está dentro de la gota, rebota en los lados de la esfera, y sale escupida otra vez hacia el aire. Cada vez que el rayo cambia de superficie, cada uno de los colores que lo componen (cada longitud de onda) se desvía de una forma distinta, siempre siguiendo el mismo orden. Así, un rayo “blanco” de luz que entra en una gota de agua, sale rebotado en forma de colores con distintas direcciones.

¿De dónde viene el arco iris?

Un arco iris no es más que el conjunto de millones de gotitas de agua que desvían la luz de la misma manera. En la foto del post puedes ver lo que ocurre con dos gotas de agua. Y si te fijas, verás que el orden de los colores en el arco iris siempre es el mismo: rojo en el exterior y violeta en el interior. Y también verás que no es igual un arco iris matutino, que otro a media tarde. Depende de la altura del sol el arco iris será más alto o más bajo. 

Alguna vez habrás observado un segundo arco iris. Exactamente igual pero con los colores invertidos. Siempre en la parte exterior del arco iris principal. Esto es debido a las reflexiones internas y a las dos refracciones, que producen más arco iris pero más débiles. El secundario siempre se encuentra encima del principal. Un tercero y un cuarto nos tendríamos que girar y mirar hacia el sol para verlo, pero son inapreciables. Un quinto se formaría en el mismo lugar el primero y segundo, pero también es inapreciable.

¡Ah! Una aclaración. Al final del arco iris no hay un tesoro. Bueno, espero que nunca te lo hayas ni planteado. Nunca podrás alcanzar su final por muy cerca que parezcas estar. Un fenómeno óptico espectacular y bellísimo. No sé vosotros, pero yo sufro al ver tanta belleza, contemplarla y no poder acariciarla.


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