Revista Cultura y Ocio
Vetusta Blues. –“De encuentros y escritores”Hace unos días tuve la fortuna de presentar la tercera novela del escritor canario Pablo Martín Carbajal “La felicidad amarga” ante un numeroso y muy atento público en la Fnac Parque Principado. Una vez terminado el carrusel de firmas y saludos, emprendimos camino para reunirnos con José Havel, crítico cinematográfico a quien conocen bien los lectores de este periódico. Paseando por las calles de la gélida ciudad los forasteros perciben y disfrutan de la belleza de una capital que rezuma literatura en cada una de sus piedras y edificios. Aproveché para recomendarle a Pablo una novela –densa, excelente- sobre Oviedo para salirnos del tópico de “La Regenta”: “Jugadores de billar” de José Avello.Durante la cena en la Nueva Cantina del Vasco, en torno a los peculiares chipirones a la sidra, el inevitable cachopo que el escritor chicharrero quiso probar, el queso de Cabrales y la sidra recordamos encuentros literarios y jornadas hoy en peligro por aquello de los recortes que se ceban siempre en la misma: la cultura. Le hablamos de las Jornadas Literarias de la Asociación de Escritores de Asturias en Pravia, de milagros como conseguir con un reducidísimo presupuesto a cinco premios nacionales de literatura. Y esos momentos emocionantes como el recital que tuve el honor de conducir con grandes poetas como Luis Alberto de Cuenca o el magistral Félix Grande, enamorado de las notas del piano de Jacobo de Miguel, que se intercalaba entre los poemas de una docena de escritores. Instantes y encuentros que reconfortan en el intercambio de ideas, de historias, en la humanidad y vitalidad que contagian a una labor solitaria y nada valorada en estos tiempos de brutalidad y mala educación. Y nos planteamos, pensando en voz alta, por qué no podía darse algo así en Oviedo, una iniciativa que ya tuvo presencia en la ciudad hace veinticinco años, en mayo de 1988, en los Encuentros Literarios 80, donde recalaron autores de la talla de Antonio Muñoz Molina, Luis Mateo Díez o Soledad Puértolas y que quedaron reflejados en una publicación que unos días después descubrí en una de las estanterías de la casa de mis padres.Encuentros necesarios para una ciudad donde la literatura se vive en jóvenes autores, como bien habrán comprobado quienes se acercaran durante el mes pasado por la plaza Porlier y contemplaran el interesante intercambio fotoliterario Objetivo Doble Dos. Oviedo es una ciudad musical y literaria, que necesita de estas convocatorias, de encuentros donde los escritores salen de sus mundos para hallar la dimensión humana con la que regresar, enriquecidos, a su mundo solitario de letras e historias.MANOLO D. ABAD