En 1916 vio la luz una competición que
disputarían las principales selecciones de sudamérica. Las naciones
latinoamericanas se encontraban en plena celebración de los 100 años de su independencia desde
la revolución iniciada por Simón Bolívar. Así, Argentina incluiría dentro de
sus conmemoraciones un torneo de fútbol bajo la denominación “Campeonato Sudamericano de Selecciones”.
El por aquel entonces, naciente torneo, originó
también la creación de la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL). Las selecciones de Argentina, Brasil, Uruguay y Chile, fueron las primeras en lidiar
por el trofeo, convirtiéndose así en fundadoras de dicho organismo. La Copa America
no ha estado exenta de situaciones peculiares, sin ir más lejos, en la primera
edición que se disputaba, en el primer encuentro.
Argentina 1916, el equipo
anfitrión se encuentra en situación de peligro al poder ser descalificado por
no completar su equipo. Eran otros tiempos en lo que no se permitían cambios y
no se tenía costumbre a convocar reservas. A último momento, algunos futbolistas
argentinos avisaron que no podrían participar en el torneo. Tenían cosas más
importantes que entrar en la historia. En pleno nerviosismo y desesperación, el
técnico decidió completar el equipo con algunos de los espectadores que habían
asistido a presenciar el partido inaugural.
Ya lo dice la Ley de Pudder, lo que mal empieza mal acaba. Subcampeones (de os segundones nadie se acuerda) doblegando las rodillas ante la primera selección en alzarse con el trofeo, Uruguay.