De esta y otra vida

Recuerdo el día que te conocí, sencillamente eras maravilloso, tu sonrisa, tus ojos el color de tu cabello.
Te mire de arriba abajo, simplemente no lo podía creer, tanto para mi, tanto por ahí suelto, y tu solo hacías que no era contigo.
Después de observarte por un rato, creí haberte conocido en algun momento de mi vida pero no recordaba donde ni cuando exactamente, talves en la playa, talvés en el colegio en segundo grado o en algun baile de chicos, de esos a los que uno asiste en parches de tres o cuatro amigos.
No, definitivamente aparecías en mi vida por primera vez, pero sentía que te conocía desde siempre, sentía que tus pasos estuvieron siempre junto a los míos, que había sido fiel compañero de lucha y serias mi acompañante para el resto de mis días.
Hablamos no sé cuantas horas, y cada una de tus palabras se anidaba en mi corazon, cada una de tus miradas estimulaba mi cerebro al punto de querer hacerte mío, fuiste fácil ahora te lo digo, esa misma noche supe lo que era sentir tu sudor, supe que con cada suspiro que daba me arrebatabas algo de vida, asumí las consecuencias de esa extraña locura y ahora te lo digo con cordura no me arrepiento.
La noche termino pronto, pronto las cosas fueron como siempre, con un beso en la mejilla y una caricia en los labios nos dijimos hasta siempre, como habremos hecho en aquel entonces, en es otra vida donde tambien vivimos juntos, donde se cruzaron tu locura y la mía.
Luz Marly Arboleda Gaviria