"Una cosa es lo que se dice y otra... "
Viernes por la noche, Charlotte, Carrie y yo nos ponemos al día sentadas en un cómodo sillón frente a tres copas de lambrusco. Parece mentira que hayan pasado tantos meses desde la última vez, en parte porque no me sentía muy cómoda al lado de Charlotte, la mayoría de las veces mirando el lado negativo de las cosas, siempre quejándose de mi pésimo gusto por los hombres con los que salía y porque tenía demasiado talento como para desperdiciarlo… Meses después me vino a ver al trabajo y descubrí que en parte era mucho más suave que la versión que tuve ante mí cuando su hermano era objeto de mis deseos. Decidimos quedar y poner una excusa barata para vernos esa noche…Aunque ella no sabe que Carrie y yo hemos seguido viéndonos. En un momento dado me dice Charlotte…
- Entonces deberías hacerlo, no lo veo tan tonto. Yo también le he dicho a éste que se vaya a Londres.
- ¿Éste? -, digo mirándola de forma irónica -, ¿estás con alguien?
- Bueno, digamos que si…-, dice bebiendo rápidamente -, aunque no, no lo se. Llevamos 3 meses, pero solo nos vemos los fines de semana. Para pasteloso pegajoso tuve bastante con el otro…
- Me alegro -, la verdad es que si, a lo mejor es el cambio que le ha endulzado el carácter. Tal vez es quién ha logrado sacar la mejor parte de ella, y eso me gusta. En el fondo es como él: “se hacen los duros por fuera para ocultar que tienen un corazón blando por dentro”, debe ser porque tienen la misma sangre, cursilada a parte claro… -, te lo mereces.
- Pero… No es un hombretón -, me dice mirándome directamente, sé por qué lo dice, analizaba con todos los chicos con los que he tenido algo y después deducía que no eran “chicos alfa”, salvo su hermano, claro… (entiéndase mi ironía) -, no es muy guapo y aún no le conozco bien…
- Lo importante es que tú estés bien a su lado, lo demás no importa…
Me sorprendió en parte, ella siempre estaba una y otra vez con el mismo tema, el tema de que yo tenía que estar con un hombre atractivo, masculino, divertido y que me respetara. Sin embargo ella ha acabado con una versión parecida a algunos de los que he tenido algo, y me hizo gracia. Porque en ese mismo instante me acordé de ese dicho: “NUNCA digas de este agua no beberé”. Pero no fui tan cruel como para hacérselo recordar.