Tenía dos opciones. O lanzar el portátil por la ventana en un intento de desfogar toda la frustración acumulada por el mensaje de "Se te ha acabado el tiempo, gilipollas" mientras veía el nuevo capítulo de Sherlock, o actualizar, ya que lo de desenchufar el router, trabajar sin conexión y demás trucos que me hacen sentir cual hacker han dejado de funcionar milagrosamente. Huele a troll desde aquí.
Como habréis podido intuir por la discreta cantidad de fotos que he decidido publicar, ayer fue el cumpleaños del llamado Duque Blanco (o pirata punk travesti en el vídeo de Rebel Rebel que volví a ver ayer). David Bowie, que ha influido más en la música que el esperpento en los diseños de Ágatha Ruiz de la Prada, cumplió ayer 65 tacos y parece ser que ha permitido por fin un musical en su honor en Londres. Cuando le han preguntado por qué ese repentino cambio ha desaparecido cantando Changes y con una risa malvada que ha acabado en tos.
No se sabe aún cuál va a ser su regalo. Por su discográfica se ha comentado que una nave espacial no, que ya no tienen sitio donde guardarla, y también parece haberse descartado el obsequiar su llegada a la edad de jubilación con un mote nuevo porque ya no le cabe nada más en su nombre de Facebook.
Dicho esto solo cabe desearle
Y hoy hasta aquí, que estoy de exámenes.
Prometo una próxima actualización para el también cumpleañero Elvis. Pero hoy no.