De favoritas hablo: por siempre jamás

La vuelta de los cuentos clásicos es más que un hecho, aunque eso no quiere decir que hace años ya hubiera películas y series de televisión que los reinventaran. Os hablé de El décimo reino, Alice o Tin Man, y esta vez quiero enseñaros la reinvención de la historia de Cenicienta.

La historia de del personaje de Cenicienta siempre me había gustado, pero fue cuando descubrí Por Siempre Jamás cuando se convirtió en una de mis favoritas.

Título original: Ever After - Dirección: Andy Tennant - Año: 1998 – Duración: 121 min. – Guión: Susannah Grant, Andy Tennant y Rick Parks – Reparto: Drew Barrymore, Anjelica Huston, Dougray Scott, Jeanne Moreau, Jeroen Krabbé, Patrick Godfrey, Megan Dodds, Melanie Lynskey - Música: George Fenton – Fotografía: Andrew Dunn – Productora: 20th Century Fox

El guion está inspirado en el cuento de los hermanos Grimm, tanto que incluso ellos mismos son los que inician película dirigiéndose a visitar a la Dama Grande de Francia. Con el fin de hacerles ver que Cenicienta fue real les relatará la historia de Danielle de Barbarac.

Danielle es una joven que vive con su madrastra, la baronesa, y sus hijas, desde que su padre murió de un infarto. Aun siendo la hijastra de la baronesa, Danielle es considerada una criada más de su propio hogar, ella se encarga de las tierras, de los caballos y demás tareas. Sin embargo, siente un amor profundo por los libros que le dejó su padre y por ayudar a quiénes más lo necesiten. Para ayudar a uno de los criados de la baronesa, se viste de noble y parte hacia el castillo con el fin de rescatarlo, es ahí donde conocerá al príncipe Enrique, quién se sentirá cautivado por la noble quien sin sospechar que se trata de Danielle.

En Por siempre jamás, las cosas no son como parece, Danielle no es la típica doncella en apuros, con sus hermanastras os llevaréis más de una sorpresa y el príncipe en realidad es alocado e inmaduro. No existe la magia, ningún animal se acercará a hacerle el vestido más espectacular, no aparecerá la hada madrina que la ayude a llegar al castillo durante el baile, sino que tendrá que ser la misma Danielle la que deberá resolver sus problemas y lo hará, porque es inteligente, valiente, fuerte y decidida y no se va a dejar amilanar por nadie.

Pero aunque haya todos esos cambios la historia sigue siendo igual de romántica, el amor que surge entre Danielle y Enrique es absolutamente precioso, poco a poco pero a buen ritmo te mantienen pegado a la pantalla; de dramática, porque su vida no ha sido nada fácil desde la pérdida de su padre; y de cómica, porque no podía faltar que nos riéramos de la madrastra y sus hijastras.

La película no sería así de bonita si no tuviera unas buenas interpretaciones, destaco a Drew Barrymore interpretando a Danielle y a Anjelica Huston que será la peculiar madrastras, y sin la Francia renacentista donde está ambientada puesto que habrá algún que otro guiño a la época. El más importante, sin duda, es la aparición de Leonardo Da Vinci que con sus disparatados inventos y su Mona Lisa que tendrá un papel muy importante en la historia. Él le da a la película un tono muy simpático y divertido que acerca más la historia de Danielle, como si con ello quisieran demostrarnos que fue real y no sólo el cuento de los Grimm.

Por todas estas razones es porque la considero un de mis películas favoritas. Despertará en vosotros tal fascinación que aunque en algunos momentos puede rozar lo cursi, ya os estaréis atrapados por la historia y lo único que podréis hacer es suspirar y seguir viéndola con una sonrisa en los labios.

“- Un pájaro puede amar a un pez, señor, pero ¿entonces donde vivirían?

- Entonces tendré que construirte alas.”