Revista Opinión

De Grau a Bohemia, historia paralela

Publicado el 10 agosto 2020 por Elrenidero @davidpravia

De Grau a Bohemia, historia paralela

Hay una fina línea que une el concejo de Grau con un pueblo del sur de Bohemia. A escasos 26 kilómetros de Praga se encuentra el pequeño pueblo de Lety, uno de tantos que se diseminan por una región eminentemente agrícola y tranquila que durante la ocupación y la Segunda Guerra Mundial padeció con dureza la "limpieza étnica" del nazismo.

Quizás con ese dato aún no se vea tan clara esa conexión. Pero es que el pequeño pueblo de Lety albergó también un campo de concentración al que se atribuye la eliminación física del 90% de la población gitana de Checoslovaquia. Más de 300 hombres, mujeres y niños fueron asesinados entre sus muros y los restantes acabaron perdiendo la vida en Auschwitz. Un lugar más del terror del Holocausto, como tantos que pueblan Europa. Pero Lety tiene algo especial. Porque en Lety el campo se aprovechó y sobre él se construyó una fábrica dedicada a la cría y elaboración de productos derivados del cerdo.

Durante décadas, tras la Revolución de Terciopelo de 1989, sectores de la sociedad checa vinieron reclamando devolver la dignidad a un espacio que debería ser para el recuerdo y no para la cría de cerdos. En el año 2018 el gobierno checo compró la fábrica por 17 millones de euros para desmantelarla y convertir aquel lugar en un espacio de memoria y recuerdo, apareciendo la primera fosa común en 2019 con restos de más de 300 adultos y niños.

Y fue en 2018 también cuando el Ayuntamiento de Grau, en un ejemplo de responsabilidad ciudadana para con la verdad y la reparación de las víctimas, compró la finca de La Chabola, en Llantrales, donde yacen un número aún por determinar de represaliados del franquismo, donde durante años convivió el terror y el olvido con la cría de cerdos. Y con los bailes. Y es que los 2.240 kilómetros que separan Grau de Lety se estrechan cuando tras el miedo y la barbarie de décadas, la verdad se abre camino.

El pasado 13 de julio desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) realizamos la primera prospección del terreno. Aparecieron los restos de, al menos, tres personas, restos de ropa y diecinueve casquillos de fusil máuser constituyendo una clara línea de tiro. La verdad tantos años oculta de La Chabola empezaba a salir a la luz como testimonio de unos crímenes que, más de 80 años después, parece que empieza a encontrar justicia. La misma que el gran poeta Alfonso Camín se encargaba de denunciar con sus versos: "Si pasas por El Rellán / no pises jamás el prado; / dieciocho mozas de Grado / allí enterradas están".

Y es que La Chabola es, simbólica y físicamente, el epicentro de la topografía del terror de la zona de Grau y en gran medida de Asturias. Y es la esperanza para muchas familias que, más de ochenta años después, quizás puedan por fin cerrar una herida que nunca debió ser abierta.

Desde estas líneas queremos agradecer a todas las familias que, a lo largo de estas semanas se han puesto en contacto con nosotros para facilitar toda la información relativa a sus familiares desaparecidos. Pero aún nos quedan muchos por localizar. Que estos trabajos que ahora ponemos en marcha sirvan para la justa reparación de tantas vecinas y vecinos que vieron sus vidas segadas por la sinrazón de la dictadura.

Seguimos necesitando localizar familiares de estas personas:

(Fuentes: mapa de fosas de la Universidad de Oviedo y elaboración propia)

Puedes hacernos llegar la información a [email protected]

Artículo publicado en el número de agosto de 2020 de La Voz del Trubia

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