Publicado el 15 de abril en El Diario de la Bahia de Cadiz
Si hablara de muebles usaría otros términos, así me referiría a una antigüedad al describir un ánfora griega decorada con imágenes de Heracles o de cualquier otro dios en el Olimpo. Normalmente estará en un museo, con su ficha histórica para que todos podamos admirar e incluso aprender del trabajo de generaciones anteriores. Sin embargo, si me refiero a ese artilugio que se empeña mi mujer en poner en medio, que obstaculiza el transito en el pasillo y noche tras noche me machaca los dedos del pie en mi ruta (la próstata es como un reloj) de la cama a la taza del water, a eso de las cuatro de la mañana, eso, eso es un cacharro, por mucho que sea el regalo de boda de la tía Marta.
Si hablamos de personas, tengo, por respeto y por justicia , que cambiar de adjetivos. Así creo más correcto hablar de personas 'históricas', cuando me refiero a aquellos que han jugado un papel importante en la vida social, y hoy muchos bebemos en sus referencias, y de personas 'viejunas' (término que aprendo de Marta Garrote), cuando me refiero a aquellas que no son más que un recuerdo de lo que fueron, y que hoy se empeñan en desempeñar un papel de obstáculo al normal tránsito de la cosas, de la vida, de las organizaciones.
Hace unos días, viendo el video de la sesión parlamentaria, en el que el Presidente volvió a sacar su espíritu de 'reina de Alicia en el Pais de las Maravillas', ordenando a sus ujieres : ! Que le expulsen¡ !Que le expulsen¡, refiriendose a todos los que protestaban en la tribuna de invitados, tuve esa sensación.
Pero cuando escuché y vi a Manuel Chaves, diputado por la provincia de Cádiz, cómo se dirigía a parlamentarios socialista que aplaudían a los expulsados y reprochaban a las bancadas populares sus aplausos al Presidente de la Cámara por su decisión, diciendo eso de: 'tu no sabes en que partido estás', me acordé de la otra frase: 'tu no sabes con quien estas hablando', me pareció viejuno, pero muy viejuno. Y cómo no, como imagen me vino mi regalo de boda de la tía Marta.
Y otra cosa pensé al ver al Diputado por Cádiz, no es justo privar a nadie de que disfrute de sus nietos y de una jubilación más que merecida con los suyos. Al final es como provocar la metamorfosis de histórico a viejuno.
Desde que se entiende que los altos puestos de representación en el Congreso, en el Senado, en el Parlamento Europeo, son, en algunos de los casos, una especia de premio fin de carrera, una especie de retiro digno de una actividad política más pegada al terreno, puede pasar que en vez de tener una antigüedad en un museo, tengamos un cacharro que no deja pasar por el pasillo. Siempre cabe otra posibilidad, que de verdad lo que se quiera es convertir las instituciones en museos, pero no, creo que no.......