Esta historia va del horno tostadora que veis bajo la ventana, y que un buen día dejó de funcionar. Después de cerciorarnos de que no tenía arreglo posible, lo normal habría sido deshacernos de él en un punto limpio, pero era tan mono, con su estética retro, que decidimos intentar darle otra vida.
Se desmontó íntegramente y se eliminó por completo la instalación eléctrica.
El interior tenía que ir en color verde mint...,
..., en perfecta consonancia con la carcasa de nuestro pequeño ex electrodoméstico...
..., que así quedó convertido en un pequeño armario o contenedor.
Hemos probado varios usos durante este verano; para guardar las semillas y frutos secos que consumimos a diario o los varios quemadores de incienso que tenemos... Pero finalmente nos convenció utilizarlo como botiquín.
Muy cómodo, muy a la mano y a la vista... ¡Toda la familia a aplaudido esta solución!
¿Qué os ha parecido este reciclaje tan útil? ¿Qué otro uso propondríais?
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