Revista En Masculino

De hornos y manías

Por Mis2monstruitos @mis2monstruitos
Sí, igual que la señora Gúrpide, la profesora de Literatura Castellana como el impresentable del profesor de Historia, el horno me tiene manía. Ya no tanta como hace unos años, pero aún guarda un cierto resquemor hacia mi persona. 

Yo creo que todo empezó en casa de mis padres. Ese mueble con ruedas que tenía un horno y unos fogones que iban con butano. Se encendía 4 veces al año. Dos de ellas durante las navidades, sepia y gambas. Y las otras dos, pollo con patatas.Cuando me fui a vivir solo, esta relación no mejoró. Éramos dos extraños compartiendo piso. Lo ignoraba, no le daba los buenos días ni las buenas noches. Ni siquiera le ponía su crema hidratante. Ahí guardaba las sartenes, y creo que se enfadó, ya que me decidí a usarlo una vez, y qué pasó? Que me quedé con el mando en la mano! Así, que decidí seguir guardando las sartenes, y las pizzas: al micro!Un poco después, y ya con pareja, teníamos un horno nuevo. Creí que ése sería mi amigo. Era muy simpático, metalizado, carro extraíble… Lo cuidaba, lo mimaba. Estaba hecho para mí, pero… no sería el definitivo. Por X motivos que no vienen a cuento, éste desapareció y fue sustituido por un horno metalizado como el anterior, pero nada de carro extraíble, sino los de toda la vida, que ya venía con algunas pupas. Bueno, los mismos motivos por los que un microondas de casi 300 euros con decenas de botones también fue sustituido por uno blanco amarillo con dos opciones (tiempo y potencia). 
Este horno es “sencillo”. Dos mandos y dos botones para programar la hora. Las narices!! Aún no he sido capaz de fijar la hora. Léete las instrucciones!!, dirá alguno/a. Pues no tengo instrucciones de ese horno. E intentándolo por libre no he sido capaz de hacerlo. 

De hornos y manías

alacuina.blogspot.com

Pues resulta que eso no es todo. Una de las redondas es la de la temperatura. Ésta no hay problema, está controlada. 
Pero la otra redonda… Ufff, que si modo pizza, ventilador, arriba, abajo, arriba y abajo, etc. Por qué? Un horno, si yo sólo quiero un horno para cocinar. Tan difícil es eso? Y claro, alguna vez he hecho (o intentado hacer) yo la comida. Y como no, pedí ayuda a mi compi de vida, que es la que controla de estos temas. 
- Gordi, quiero hacer un bizcocho, cómo pongo el horno? 
- Ya has hecho la masa? Espero que hayas limpiado todo, que luego ya sé cómo me encuentro todo… - Claro que lo he recogido (recordatorio: limpiar todo antes de las 18:15). - Ya, ya… Bueno, ponlo en el ventilador 10 o 15 minutos. - A ver, 10 o 15?, que no es lo mismo! - Lo que tú veas. - Vale, nos vemos luego, ya verás que merienda tan buena. - Un beso (recordatorio: comprarme un croissant en la Prat si quiero merendar algo). 
Y yo, siguiendo las claras instrucciones efectuadas, enciendo ese aparatejo. Diez minutos después, nada. Quince minutos después, nada. 40 minutos después, nada. Y lío!! Ya son las 18:15. No hay merienda, no hay nada limpio… Yo rápidamente reacciono y antes que me caiga la bronca, ataco: 
- Oye, que esta mierdahorno (todo junto, que así queda más chulo) no va. - Espera, voy a ver. Unos segundos después… Es que no es este ventilador, es el otro. - Ein? Pero si yo lo he puesto en el ventilador. Mira, si tiene aspas! - Pero es el ventilador sin aspas. 
A ver, esposa mía de mi vida y de mi corazón… Desde cuando un ventilador no tiene aspas!? Y si sabes que hay dos, porque no especificas? Y sabiendo de esta relación tan especial que tenemos horno y yo, no es más fácil decir: gira la redondita dos puntos a la izquierda? Pues no sé qué queréis que os diga, porque…, qué izquierda? Hay muchas: 
- La que está al lado de la derecha - La de mi pareja cuando vamos en el coche- La del PSOE 
Éste es el único electrodoméstico con el que mantengo esta dura relación. Aunque ahora, y después de unos dulces meses llenando el horno de galletas y cupcakes (o madalenas sin capuchón, vaya), parece que nuestra relación se va afianzando. Aún queda mucho camino por recorrer, pero ahí estamos. 
Hay otro que la cosa está así así… La plancha. Aunque hemos llegado a un pacto de NO agresión. Yo no la toco y ella no se mete conmigo. 
Eso sí, lavadora: no lo olvides, tú eres mía!!

Volver a la Portada de Logo Paperblog