Revista Cultura y Ocio
Viejas cadencias van y vienenpara convertirse en razón de ser,en raíz primera,en belleza visceralal encuentro de nuestro aliento.No hay Vidasin tus manos meciéndose en mi piel,sin tu voz tomando forma en mis ternuras,sin la memoria que inunda tus palabras.No hay Vidasin el camino que recorren tus cariciasal volverse nombre y hacerse rostroque permanezcan en cada gesto cotidiano.