Zapatero afirma que el papel de España durante la invasión de Irak por EE.UU y el Reino Unido en 2003 fue distinto al de la actual guerra a la que se ha lanzado contra Gadafi porque entonces el Consejo de Seguridad de la ONU no la aprobó, y ahora sí.
Cierto: aunque Aznar apoyó verbalmente esa invasión en “la foto de las Azores” y en el Consejo de Seguridad, no participó en ella, mientras que Zapatero resulta más agresivo al apoyar en París la guerra y enviar desde el primer momento barcos y aviones para atacar Libia.
Y ello, tras firmar hace poco más de dos años con Gadafi un contrato de más de 12.000 millones de euros de los que 3.500 millones eran en armas a lo largo de unos años. A cambio, sobre todo, de petróleo para Repsol. A ver si ahora alguna de las armas ya entregadas mata a españoles...
Las tropas enviadas por Aznar a Irak llegaron meses después de la invasión para apoyar la reconstrucción del país, devastado sobre todo por los embargos decretados por la ONU y por la represión de Sadam tras ser expulsado en la guerra de 1991 del Kuwait que había invadido.
No sólo eran las inexistentes armas de destrucción masiva la causa de la invasión, sino también las provocaciones y asesinatos crecientes del dictador contra la población civil, y las hambrunas que generaba su engaño al programa de la ONU “Petróleo por alimentos”.
Francia, que rechazó el ataque como miembro permanente del Consejo de Seguridad, se beneficiaba de la corrupción de ese procedimiento, gracias al cual obtenía pingües beneficios, mientras los iraquíes morían de hambre.
La coalición para la reconstrucción de Irak tenía participación de casi cuarenta países, entre ellos siete islámicos.
La actual atacante es de media docena de occidentales y sólo verbalmente de cinco árabes, algunos de los cuales comienzan a retractarse.
Ahora, Sarkozy sacará petróleo y Z. quedará como una charanga desafinada entonando ¡Guerra sí!
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