Conforme crece ocurre lo mismo... Sábado noche, decidimos salir a cenar con los amigos y la niña: Hay que avisar de que salimos a cenar, por si a alguna abuela se le ocurre llamar.
Otros tipos de intimidad que se vulneran cuando te conviertes en madre:
No recuerdo desde cuando no me ducho con la puerta cerrada, ni desde cuando no me siento en el wc sin espectadoras de excepción. El día que Blanca aprendió a abrir puertas, se acabó la intimidad wateriana. Por no hablar de la intimidad sexual... y lo complicado que se vuelve tener momentos íntimos en los que no corras el riesgo de poder ser interrumpido por un llanto, un "MAMÁAAAAAAAAAAAAA" o un "tengo pipí"...
Tengo que preguntarle a Vero, al hilo de lo que nos puso en su post de la 7ª edición: WAKAWAKA que me de el truco, que no quiso confesar... Nos leemos en la próxima entrada.