Enlazando con las palabras de la entrada anterior, hay gente que merece muy mucho la pena... Yo no se cómo lo hago pero tengo un talento innato para rodearme de buena gente, en serio. No es palabrería. Y en mi interior distingo básicamente a dos tipos de personas: aquellas por las que me pegaría con cualquiera y aquellas por las que no. Aunque este criterio mío tenga más matices, para no extenderme mucho, más o menos es y soy así de simple.
Pues hace ya unos meses una amiga me pidió si podía hacer algún tipo de dibujo o ilustración para su DEA, y como pasar el rato con los lapiceros todavía me sigue gustando y esa persona evidentemente entra en la primera categoría de la que ya os he hablado pues acepté la propuesta.
Su trabajo se titulaba "Las Escrituras Olvidadas del Exilio. Cartas de Súplica de los Refugiados Españoles al CTARE", así que ya iba sobre aviso. Me puse a ver fotos de refugiados cruzando los Pirineos y me basé en una muy conocida -o por lo menos una que a mi me sonaba de algo- y la utilicé como modelo para la ilustración.
Así que sin ser muy melodramático -ya que la primera idea que se me pasó por la cabeza fue la de hacer a un lisiado de guerra- lo que intenté fue dar un aire más sombrío y apesadumbrado si cabe a laa figuras. Eso lo conseguí con los trazos angulosos, verticales y oscuros que tanto me gustan y que tanto utilizaban los expresionistas alemanes como Ernst Ludwig Kirchner para obtener y generar esas sensaciones de desasosiego. Luego, para contrarrestar y quitarle un poco de realismo, le añadí algunos toques imaginarios o fantásticos como se aprecia en la parte final de la columna humana que parece más bien una cola fantasmagórica similar a la de la Santa Compaña que se pierde por el horizonte. Otro apunte similar fue esa fusión de imágenes en la parte superior: la silueta de un cielo cuajado de estrellas que se asemejan a una dolorosa cerca de espinos o viceversa que se echa sobre los refugiados...
El resultado me gustó bastante y más concretamente su segunda variante. Ahí están.