Revista Comunicación
Originariamente, Epíctero (55-135, d. C.), uno de los estoicos más conocidos, era esclavo. Pasó por muchas penurias y sabía lo que era el dolor y el hambre (incluso cojeaba por culpa de una paliza). Cuando declaró que la mente podía permanecer libre incluso cuando el cuerpo está siendo esclavizado, partía de su propia experiencia. No era una mera teoría abstracta. Sus enseñanzas incluían consejos prácticos sobre cómo soportar el dolor y el sufrimiento. Se reducían a lo siguiente: “Nuestros pensamientos dependen de nosotros”. Esta filosofía inspiró al piloto de combate norteamericano James B. Stockdale, que fue derribado en Vietnam del Norte durante la guerra de Vietnam. Stockdale fue torturado muchas veces y confinado en una celda incomunicada durante cuatro años. Consiguió sobrevivir aplicando lo que recordaba de las enseñanzas de Epícteto de un curso al que había asistido en la universidad. Mientras descendía con su paracaídas sobre territorio enemigo, decidió que, por duro que fuera el trato que recibiera, se mantendría imperturbable. Si no podía cambiar la situación, no dejaría que lo afectara. El estoicismo le proporcionó la fuerza para superar el dolor y una soledad que habrían destrozado a la mayoría de las personas.
NIGEL WARBURTON
“Una pequeña historia de la filosofía”
fuente: http://issuu.com/russito/docs/warburton-nigel-una-pequena-histori