Hola, buenos días de nuevo a todos y feliz lunes. Mi propuesta de lectura de prensa para hoy, del cineasta David Trueba, va de la doble vida. Se la recomiendo encarecidamente y espero que junto con las viñetas que la acompañan, en palabras de Hannah Arendt, les ayude a pensar para comprender y a comprender para actuar. Sean felices, por favor, aun contra todo pronóstico. Nos vemos mañana si la diosa Fortuna lo permite. Tamaragua, amigos míos.harendt.blogspot.com
La doble vida
DAVID TRUEBA
14 FEB 2023 - El País
harendt.blogspot.com
La doble vida en las dictaduras significa que la nomenclatura dirigente goza de un nivel de vida insultante en comparación con el de sus súbditos, pues el paternalismo ahoga a los ajenos pero no aprieta nunca a los propios. En esta inacabable estampa del doble rasero, el régimen iraní no se queda corto, con los lujos de una élite en el Teherán pijo unidos a la imagen más contundente que uno puede ver en París, Nueva York o Londres. De la puerta de las tiendas de ropa, maquillaje y lencería de lujo no dejan de salir mujeres cubiertas por el velo normativo cargadas de bolsas. A estas alturas, y gracias a la música latina de desinhibición con respecto al dinero, a nadie le preocupa que se haga ostentación, pero aún continúa siendo hiriente si se apoya en un poder que se finge espartano, puro y moralista. En las democracias hemos inventado una variante de este absurdo. Nuestros gobernantes parecen acogotados y sumisos cuando tienen que sentarse ante los grandes empresarios y los directivos de empresas y multinacionales. Quizá por todo ello, en la polémica sobre la subida del salario mínimo los que más han protestado son los que más sueldo cobran y en la gestión de la tasa bancaria, antes incluso de aprobarse, escuchamos el lamento sentido de los que no quieren ver reducida su tajada.
Al consumarse la bendita transparencia sobre los beneficios anuales, resulta que el negocio bancario sale ganador neto gracias a la subida de tipos de interés decretada por el Banco Central Europeo. En un contexto de inflación fuerte y de subida hipotecaria para todas las familias endeudadas, chirrían las muestras de fastidio de la patronal bancaria por tener que afrontar una contribución mínimamente mayor de la que esperaban. Al fin y al cabo, cuando los españoles se vieron forzados a tener que disponer de sus fondos de recaudación públicos para salvar a entidades bancarias, dieron una lección de entrega sin condiciones. Bien es cierto que fueron engañados por parte de los gobernantes de entonces, que les aseguraron que todo ese dinero del rescate sería devuelto sin gran dilación. Al día de hoy se dan por perdidos tantos millones de euros que podríamos acabar por sentirnos como las mujeres afganas, cuando humilladas y pisoteadas además son obligadas a poner cara de agradecimiento por la protección con que las agasajan sus guardianes.