Existen múltiples metodologías de proyectos y las mismas varían dependiendo de la región y de la organización que tenga más fuerza en la región, pero las más exitosas tienen algo en común, estaban basadas en una secuencia de cascada y estas fórmulas se aplican a todas las áreas.
En el mundo de la tecnología de información empezaron a surgir nuevas formas de cómo gestionar los proyectos que tomaran en cuenta a los individuos sobre los procesos y las herramientas, la solución sobre la documentación detallada, la colaboración con el cliente sobre las negociaciones de contrato y la respuesta a los cambios sobre seguir un plan. A esta nueva forma de entregar un proyectos se le ha llamado metodología "Ágil".
Ágil (Agile) es un conjunto de metodologías para el desarrollo de proyectos que precisan rapidez y flexibilidad para adaptarse a condiciones cambiantes del sector o mercado, aprovechando dichos cambios para proporcionar una ventaja competitiva. Los proyectos se dividen en pequeñas partes que tienen que completarse y entregarse en pocas semanas.
Para una organización iniciar la transición de una metodología de cascada a una metodología ágil, es necesario tomar en cuenta algunos puntos.
1- Estudio de factibilidad: Lo primero es definir las metas y las razones por la que la nueva metodología nos conviene más.
2- Analizar su ambiente laboral: Su empresa tiene un ambiente que propicia la colaboración o se basa en un ambiente autoritario
3- Confianza: Existe la suficiente confianza en el equipo para decir las cosas como suceden. ¿Qué salió mal?, ¿Qué salio bien? Y ¿Qué podemos mejorar?
4- Conseguir el soporte de la organización: Identificar quienes son los promotores y los detractores, quienes son los líderes de influencia y sobre todo asegurarse de que la alta dirección de la empresa están convencidos de los beneficios del cambio.
5- Asegurar un patrocinador: Tener un patrocinador con el suficiente poder y liderazgo es vital para lograr un cambio cultural integral en la forma de ejecutar los proyectos en la organización.
¿Qué necesitamos para iniciar este proceso de cambio?1- Seleccionar el proyecto piloto correcto: Este proyecto será la plataforma de referencia para la nueva metodología y donde se podrán ver los beneficios de forma tangible. Si sale mal, será más difícil lograr un cambio real.
2- Conformar el equipo: Está es una tarea vital para el éxito. La gestión de proyectos se realiza con personas y las decisiones son las que determinan si el proyecto es exitoso o no. Dedique tiempo a buscar las personas correctas dentro de su organización.
3- Identificar los roles correctos para el proyecto: Cada proyecto es único y por tanto se necesitan competencias específicas cada vez. Identificar los roles de forma clara y precisa asegurará una mejor integración del equipo.
4- Entrenamiento: Debe asegurar que la organización entiende la nueva forma de trabajo y esto solo se logra por medio a un programa de entrenamiento y comunicación bien elaborado.
5- Definir la visión: La organización debe saber dónde quiere llegar. Se debe definir el qué, cómo, cuándo, dónde, quién y porqué. como dice la frase famosa:"Si no sabemos a dónde vamos, cualquier camino es bueno".
Los tiempos cambian y las necesidades de las empresas y los mercados no son la excepción. Con la metodología ágil podemos lograr la flexibilidad de adaptarnos a las situaciones que se presentan dia a dia y responder de forma más adecuada al mercado controlando el tiempo y el costo de los proyectos.