Revista Opinión
La libertad de expresión es un derecho fundamental del ser humano, señalado en el artículo 19º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, y está en las constituciones de los sistemas democráticos. Sin la habilidad de opinar libremente, de denunciar injusticias y clamar cambios, el ser humano no sería realmente libre. Hoy día muchas personas han olvidado este derecho fundamental para nuestra convivencia pacífica y en libertad. En vez de aceptar la opinión de los demás aunque no la conpartan, hacen uso del insulto e incluso la censura para callarnos la boca y que no demos nuestra opinión. Parece mentira que hoy día no podamos expresarnos libremente en webs, foros o redes sociales sin que te lluevan las hostias por todos los lados. Tenemos que aguantar todo tipo de insultos y hasta nos bloquean “cuando pueden” nuestra participación en esos sitios. Solamente por el gran crimen de no estar de acuerdo con la opinión de algunos y algunas participantes o de los que gestionan esos sitios. Muchas veces dicen animaladas y falsedades sobre hechos históricos, demostrando una incultura brutal o fanatismo...y no se les puede decir nada. Hacen gala de una agresividad verbal, que para mí no tiene sentido de ser en esta época y en ninguna. Me niego a vivir en un país con gente que tiene costumbre de expresarse a base de insultar y amenazar si algo no le gusta, solamente por el hecho de no estar de acuerdo con su opinión e ideas, sean politicas o de otro tipo.