De la NBDL al estrellato

(Foto: Bill Baptist)
Siguen las buenas noticias para los Brooks en las últimas horas (¿recibirá algún Oscar honorífico Mel Brooks?). Si ayer Scott Brooks era nombrado Entrenador del Año, hoy le ha tocado el turno a Aaron Brooks, elegido como Jugador de Mayor Progresión de la NBA en la temporada 2009-2010.
El base de los Houston Rockets ha obtenido un total de 403 puntos, casi cuatro veces más que los siguientes clasificados. Con 101 puntos, han quedado empatados en la segunda plaza Kevin Durant, George Hill y nuestro Marc Gasol, mientras que Andrew Bogut ha sido tercero con 93 puntos. De todos los jugadores de la NBA, Aaron Brooks ha sido el que más ha incrementado su media de puntos (de 11.2 ha pasado a 19.6), y además ha subido su media de rebotes (de 2 a 2.6), de asistencias (de 3 a 5.3) y ha mejorado sus porcentajes de tiro del 40.4% al 43.2%. 
Si la temporada pasada sólo fue titular en 35 de los 80 partidos que disputó, este año ha disputado como titular los 82 encuentros de la temporada regular, batiendo el record de la franquicia en triples anotados en una temporada (209), una clasificación (la de triples anotados e intentados) que ha liderado también a nivel de toda la NBA. 
Brooks se convierte así en el segundo jugador, después de Bobby Simmons en 2005, que consigue este premio después de haber disputado partidos en la Liga de Desarrollo (NBDL). Elegido al final de la primera ronda del Draft de 2007 (nº 26), Aaron apenas gozó de minutos en los Rockets en su temporada rookie, por lo que los tejanos le asignaron a los Rio Grande Valley Vipers de la NBDL, en los que jugó dos partidos y promedió 23 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias. La temporada pasada, el traspaso de Rafer Alston a Orlando le abrió las puertas de la titularidad, convirtiéndose desde entonces en pieza fundamental para el equipo de Rick Adelman. La ausencia durante toda la temporada del gigante chino Yao Ming ha favorecido que los Rockets jueguen un small ball en el que los "pequeños" cobran casi todo el protagonismo, y ahí Brooks ha sabido explotar todas sus virtudes. Con 25 años y sólo una temporada más en su contrato, Houston tendrá que considerar el ofrecer una renovación al jugador más mejorado de este curso.