Revista Infancia

De la necesidad de buenos talleres de lactancia y de crianza.

Por Anaperezllinares
De la necesidad de buenos talleres de lactancia y de crianza.
Para que me den el certificado de asistencia al curso para asesora de lactancia que estoy haciendo, uno de los requisitos era pasar un día por algún taller de lactancia, verlo y que la matrona me firmara un justificante de que he asistido.
Así que ayer me acerqué al taller que lleva a cabo una matrona en el centro de salud de mi barrio y salí de allí bastante decepcionada.
Asistían unas 20 mamás y la primera parte del taller consistía en hacer masajes a sus bebés. Durante el masaje, la matrona comentó que si algún bebé lloraba, la madre dejara de hacerle el masaje y se lo pusiera al pecho para calmarlo. Al oir esto me alegré, pues pensé que sus intención era la de dar a entender a esas mamás que no hay que dejar llorar a sus bebés. Pero la alegría me duró poco, porque acto seguido aclaró que no quería que ninguno llorara porque sino se ponían todos a llorar y no había manera de aclararse...
Poco después de esto, una madre de un bebé de dos meses preguntó si ya podía empezar a aplicar el Duérmete niño. La inmensa mayoría se sumó a la pregunta, algunas llegado a decir que estaban deseando poder aplicarlo!!
Ante esta pregunta, la matrona se limitó a contestar que ella no lo aplicaría hasta los cinco meses y que luego sí, pero sin ser muy radical. Ni siquiera se tomó la molestia de explicar que existen otras posibilidades, ni las remitió a otros libros como podría ser "Dormir si lágrimas" ni dio a entender que quizá eso no fuera lo mejor para sus bebés...
En lugar de eso, les animó a que en casa (donde no molestan a nadie), dejaran llorar a sus bebés un poco, para que no se les "apoderen" y añadió que a sus hijos no les va a pasar nada por llorar un ratito...
Como pude y tratando de no interferir demasiado en el taller para que la matrona no se sintiera contrariada ni invadida,  dí a conocer el grupo de crianza que estamos a punto de formar, por si alguna mamá estaba interesada. Y, por supuesto, animé a toda la que me quiso escuchar a que leyeran el "Dormir sin lágrimas" de Rosa Jové. 
Esta experiencia me ha abierto los ojos con respecto a estos talleres.
Siempre había pensado que estos talleres estaban para informar y acompañar a las madres,  para compartir experiencias y aprender de ellas. Pero me he dado cuenta de que no es así (al menos no todos, porque si que me consta que existen talleres buenísimos). 
Al menos el día que yo asistí, en este taller no se informaba de nada que no fuera lo "socialmente correcto". Bajo mi punto de vista estos talleres no acompañan ni orientan, sino que, no poniendo al alcance de las madres asistentes toda la información disponible, dirigen al grupo hacia donde quieren.
Eso me anima con respecto a nuestro grupo de crianza, porque me he dado cuenta de que tenemos ante nosotras un duro y necesario trabajo.
Y con esto no quiero decir que nuestra forma de hacer las cosas sea la mejor, pero de lo que sí que estoy convencida es de que el objetivo principal de estos grupos debería ser el de acompañar, informar y animar a cada madre a que se conozca a si misma y encuentre su propio camino. Y para esto tenemos que ofrecerle la mejor herramienta de la que disponemos: la información clara y si trabas. Porque solo se puede escoger libremente conociendo todas las posibilidades.
Espero ser capaz de llevar a la práctica mi objetivo: Apoyar , acompañar e informar sin juzgar, interferir ni condicionar.  Sé que es difícil, especialmente para mí que nunca he formado parte de ningún grupo de estas características, pero voy a esforzarme todo lo posible y estoy segurisima de que voy a aprender un montón por el camino y que el esfuerzo merecerá la pena.

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