Hermès es hoy día sinónimo de lujo, elegancia y sofisticación. No en vano hay que esperar alrededor de dos años -y abonar hasta 30.000€.- para conseguir uno de sus icónicos bolsos, bien sea el Kelly o el Birkin.
Una de las primeras firmas de moda que se lanzó a diseñar piezas decorativas fue Hermès. No te pierdas este video. Es pura elegancia. Te sorprenderá.
Se diría que el lujo para esta firma, que empezó en 1837 siendo un taller de guarnicionería donde se hacían correajes y arneses para caballos y carruajes, se halla en el “alma” de los objetos realizados a mano por expertos artesanos. El lujo está en la exclusividad… Y en el año 1952, un lujo bien podía ser un maletín de viaje que al abrirse se convirtiera en un sillón acolchado cuando las clases altas empezaban a conducir los primeros automóviles. Esta pieza fue el primer mueble diseñado por Hermès.
Otro lujazo debía ser el mueble bar-biblioteca que diseñaron para llevar en el coche o el barco. Las cajitas, los compartimentos escondidos, las maderas nobles y el cuero de las primeras piezas de mobiliario Hermès han sido rescatadas en 2013 en la colección les Nécessaries, de Philippe Nigro.
Asimismo, el mundo del caballo sigue siendo una constante inspiración en los estampados de la firma, primero en sus clásicos carrès de seda y hoy día también en sus colecciones para el hogar, que incluyen tapicerías y papeles pintados.
La línea de textiles es sobria y contemporánea, inspirada en diseños de corbatas.
Para la mesa, decorados sofisticados y refinados, como miniaturas persas, formas inspiradas de los arreos de caballería y lozas cautivadoras en crema y grabados sepia. Cincelados en cristal con volúmenes llenos y dinámicos y con afirmadas vibraciones geométricas, la línea de bar y los accesorios de mesa reavivan las inspiraciones «jazzy»
La exclusividad de las piezas realizadas a mano por maestros artesanos es la clave de la colección de mobiliario de Hermès.
Feliz Martes!
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