Sin dudas recordarán Uds. al joven diputado de la ciudad de Bs. As. que tuvo, digamos, una “diferencia” con una agente de tránsito de nombre Belén en la comuna de Lomas de Zamora donde el portador de pergaminos fue detenido para un habitual, simple y democrático control de tránsito.
Recordarán también la batahola que el ciudadano ornamentado con el título de diputado, armó no solo al darse a conocer como tal sino también, ( me da un poco de pudor ajeno repetirlo) como “hijo de desaparecidos” y que consumió cientos de espacios informativos el pasado mes.
Juancito debe darle gracias a Dios de haberse tropezado en aquel control de tránsito que tan enérgico lo mostró hablando de sus fueros, válidos o no, ante una serena pero frágil muchacha de 22 años, en lugar de un inspector como este, digamos más expeditivo: