De la resistencia a la existencia (i)

Cada día más me doy cuenta de que lo que nos separa de la vida que vivimos a la vida que soñamos es ese proceso ineludible que nos hace pasar de la resistencia a la plena existencia. Hoy leía ese concepto en el escrito de un amigo…

Y ahora pienso que media vida he estado resistiéndome a todo aquello que me era ofrecido, a cambio de supuestamente dominar, controlar y preveer la vida que creía merecer y había programado. Qué craso error el mío…y el de todos. Pero, a la vez, me doy cuenta que para reencontrarse uno, antes debe perderse. Es un paso necesario en nuestro aprendizaje. Así como la soledad con uno mismo es la vuelta al hogar, mediante el cual volvemos al inicio, al lugar donde estuvimos y que abandonamos, en un momento dado y para presuntamente crecer como personas. Y sí, así lo hicimos, crecimos como personas con nuestra “personalidad” pero perdimos nuestro ser esencial, ese que permanece oculto hasta que tenemos el valor de reencontrarnos con él, cuando la vida nos ve preparados para ello.

Y, desde ese momento, todo en la vida cobra un mágico sentido. Los mismos lugares, personas y momentos, pero con un sentido propio, lejos de nuestra anterior percepción anterior, cuando nos enseñaban a pensar que todo está a servicio de nuestra personalidad, fundamenteda en el Ego dual que todo lo juzga como bueno o malo, según nos afecte a nosotros en un momento dado. Y es entonces cuando empiezas a no juzgar y pierdes poco a poco el miedo a la vida, que se convierte en un pentagrama vacío que hay que llenar y en el que todos los instrumentos están preparados para recibirnos y ayudarnos a vivir cada día mejor nuestra propia melodía, si somos valientes y confiamos en la vida. Y descubres que esa era la vida que siempre habías soñado alcanzar, en la que unos y otros estamos por igual y con amor, aunque en diferentes momentos de cada uno de nostros. Y el Universo entero está aquí y ahora para confabularse con nuestra Alma y ayudarnos a ser felices!

Seguirá…