Revista Política
Ha saltado la noticia de que Ada Colau, desde hace poco alcaldesa de Barcelona, retiró un busto de Juan Carlos I del salón de plenos del ayuntamiento. La ley dice que un retrato o busto del Jefe de Estado debe presidir los plenos. El retirar el busto de Juan Carlos I puede aceptarse, porque no es el actual Jefe de Estado, pero cuando Ada Colau retiró el retrato de Felipe VI posteriormente colocado por el PP sí que infringió la ley. Si Ada Colau es republicana, que en su casa o en la sede de su partido ponga los retratos y banderas que quiera, pero, como alcaldesa (de todos los barceloneses, no sólo de los republicanos) lo que tiene que hacer es cumplir la ley. Resulta asombroso que haya quienes aplaudan comportamientos delictivos. Si los republicanos desean otras leyes, que luchen, dentro de la legalidad, por cambiar las que hay, pero, mientras las leyes vigentes sean las que son, deben cumplirlas. Por una simple razón: seguramente ahora, en los cargos que ostentan, o incluso en un posible futuro en el que logren que en España vuelva la república, querrán que todos cumplan las disposiciones y leyes que dicten. ¿Con qué autoridad habrán de exigirlo si ahora incumplen las vigentes?