Hemos leído y escuchado muchas veces la frase “hágase la luz”, primer movimiento del génesis, la matriz de la creación. Esa luz está representada en la Geometría Sagrada por la Vesica Piscis. El símbolo de Dios, lo masculino y lo femenino, uniéndose y complementándose para crear vida.
La Semilla de la Vida está formada por siete círculos tramados, parte como dije anteriormente de la Vesica Piscis y representa los siete días de la creación.
Esta estructura forma la base para la música, ya que las distancias entre las esferas es idéntica a las distancias entre los tonos y los medios tonos de la música, así como a la estructura celular de la tercera división embrionaria (la primera célula se divide en dos células, luego a cuatro células luego a ocho). Si seguimos creando más y más esferas acabaremos con la estructura llamada la Flor de la Vida, de hecho es el componente básico en su diseño.
La Semilla de la Vida es el símbolo de la fertilidad, protección y bendición, por lo que incluído en el mandala, sirve como generador de energía positiva para las mujeres embarazadas, nuevas ideas y los cambios.
«Mi máximo respeto y mi máxima admiración a todos los ingenieros, especialmente al mayor de todos ellos: Dios» Thomas Alva Edison