Aquí en España, prácticamente todas las vacunas son obligatorias. Yo ya no recuerdo la última vez que me vacuné yo. Creo que fue la recordatoria del tétanos, pero puede que me equivoque. El caso es que esto de la vacunación es algo lejano, recuerdos vagos de la infancia que tienes en alguna parte del cerebro. Hasta que nace tu bebé.
La maternidad trae un calendario de vacunas que hay que cumplir. De ahí que me haya dado por hablar de ellas dentro del Carnaval de la Maternidad de la A a la Z. Por ejemplo, en muchas guarderías no admiten niños que no estén correctamente vacunados. Lo que significa que deben tener puestas las vacunas acorde a su edad. Y dicho así, parece algo fácil de llevar a cabo. En las revisiones del primer año, te van informando de cuándo hay que volver con el niño, cuándo le toca revisión y cuándo le tocan vacunas.
Hasta que llegas a los 18 meses, creo. Que ya no tienes que volver hasta los 4 años. Y luego ya tengo un lío… no sé si hay que volver a los 11 años o a los 6 para volver a vacunar al niño. ¿Y por qué, a cuento de qué tanto lío? Pues porque los calendarios de vacunación cambian con los años. Quitan y ponen vacunas. Otras simplemente las cambian de edad.
De esta manera, el Mayor a la tierna edad de 4 años se llevó dos pinchazos en sus bracitos y la siguiente vacuna es a los 11 o 12 años. Sin embargo, el Mediano sólo ha recibido uno a los 4 años y me parece que tiene que volver a los 6 años para el segundo. Por otra parte, la vacuna de la varicela, que el Mayor y el Mediano tienen puesta, la han quitado y al Peque no se la van a poner. Cosa que no entiendo y que, dado que yo pasé dicha enfermedad con 16 años y siendo mujer, me parece que eliminar esta vacuna es un error muy peligroso (en el caso de las mujeres, sobre todo).
Así que, con tres niños y con un calendario de vacunas que va y viene y por el camino se entretiene (o se modifica), entenderéis que me cuesta mucho saber cuándo y a quién le toca la próxima vacuna. Es todo un lío. Yo llevo seis años hecha un lío. Los mismos que llevo siendo madre.
CONTRAS:
-
Entiendo que se modifique el calendario. Pero para mí es mucho lío porque, con tres niños en casa, me es casi imposible memorizar las vacunas de cada uno con sus modificaciones.
-
Aunque en España las vacunas son obligatorias, la administración de dichas vacunas también depende de cada Comunidad Autónoma. Para rizar más el rizo.
-
La vacuna en sí. No sé si os pasa a vosotras, pero ir con el niño a que le pongan la vacuna para mí es horrible. Verle llorar, sobre todo si es un bebé, buscar que le cojas y no poder hacer nada más que sujetarle para que no se rompa la aguja o puedan ponerle bien la vacuna. Y lo peor de todo, esa mirada de “mamá, ¿por qué dejas que me hagan esto?” que me atormenta el resto de la semana. Y luego a cruzar los dedos para que no le dé fiebre.
PROS:
-
A pesar de los cambios, siempre puedes preguntar a la enfermera cuándo hay que ponerle al niño la próxima vacuna. Además, hay sitios como la Asociación Española de Pediatría que publican el calendario oficial de vacunas.
-
Creo que las vacunas son útiles, evitan males mayores.
¿Vosotras os hacéis tanto lío como yo con las vacunas? ¿Tenéis claro cuándo tenéis que llevar a vuestros hijos a que les pongan la siguiente? ¿Dónde consultáis cuándo es la próxima vacuna?
“La maternidad de la A a la Z” es un carnaval de blogs iniciado por Trimadre a los Treinta que consiste en que cada madre participante describa un sentimiento al que ha descubierto un nuevo sentido con la maternidad, o una faceta de su personalidad que desconocía antes de ser madre. El objetivo es crear en red, colaborando unas con otras, un “Diccionario de madres” con el que reírnos, emocionarnos y conocernos un poco más.
Síguelo en Twitter #AZdelamaternidad.
Si estás interesada en participar, tienes toda la información a tu disposición aquí.