Ayer fue uno de esos días que uno ya no podrá olvidar, tan bien acompañado, hablando sobre la indigencia y la condición humana, pero también de un tiempo que se nos está yendo de las manos sin saber muy bien hacia dónde ni por qué. Hablamos del desamparo como experiencia creadora, de la necesidad de la generosidad en educación, del acompañamiento frente al seguimiento, de la nueva soledad que ni siquiera Platón en su caverna fue capaz de imaginar, de la humanidad que nos va en juego en el gesto y el contacto. Hablamos de redes sociales, de si conectan o también albergan. Y hablamos de la precariedad humana y de su imperfección -incorregibles-, reproducibles de tantas maneras y en tantos ámbitos: La pregunta de nuestro tiempo no es si queremos un mundo seguro o un mundo inseguro, un mundo saludable o un mundo enfermo, sino si queremos un mundo juntos o un mundo separados. Se trata de hacer de esta cuestión un tema prioritario de nuestro tiempo.
Y lo hicimos juntos....
....y acompañados del trazo genial de la inconfundible Clara Marta.
No olvidéis que este domingo tenemos todos una cita en el Día del Libro. ¡Ahí estaré!