En Madrid existe un lugar donde se puede volar sin motor, utilizando tu propio cuerpo. Es una oportunidad para hacer una escapada a Madrid y 'matar el gusanillo volador'. Se trata de Madrid Fly, un simulador de caída libre situado en Las Rozas, el túnel de viento vertical más grande de Europa.
¿Cómo surgió la idea? Dando vueltas al regalo que podía hacer a César por su cumpleaños y siendo 'copiota' de otra persona que tuvo la brillante idea, decidí comprar una tarjeta regalo. Os dejo el enlace desde donde hice la selección del vuelo. La tarjeta es transferible y tiene una validez de 6 meses desde la fecha de compra.
Elegí la tarjeta regalo Fly 2 (de 58 euros). Esta modalidad consta de 2 vuelos para 1 persona e incluye el alquiler de todo el equipo y el material necesario para volar con total seguridad, clase teórica (briefing) con un instructor certificado que te acompaña en todo momento y de 2 vuelos, de 1 minuto cada uno, en el túnel de viento acompañad@ del instructor. En realidad, es como saltar de un avión a 4.000 m con total seguridad.
Hay que llegar a las instalaciones con una hora de antelación para prepararse, colocarse el traje de vuelo y recibir instrucciones previas. Os tocará esperar, pero podéis aprovechar ese tiempo 'curioseando' la pericia de otros participantes en el túnel. Os van a salir vídeos y fotos como churros.
Al finalizar la experiencia podéis adquirir vuestro vuelo inmortalizado en foto o vídeo. Vuestros amig@s van a alucinar (jejejeje).
¿Cómo funciona?1.- El túnel de viento consta de cuatro motores, situados en los laterales del circuito que empujan el aire hacia abajo. Alcanzan corrientes de hasta 320 km/h. Son conductos especiales que conducen el viento sin causar turbulencias y llevarlo hasta la cámara de vuelo, que tiene 4,6 m de diámetro y 17 m de altura.
2.- Los instructores pisan una malla metálica para estar al lado del participante en todo momento.
3.- En la parte de arriba de la cámara de vuelo se encuentra el difusor donde se ralentiza el viento.
4.- Las refrigeradoras se encargan de mantener el aire a la temperatura óptima.
Me imagino que estáis esperando la opinión de César. Os diré que le sorprendió y que le gustó vivir la experiencia. ¿Repetiría? No está muy seguro. Un minuto puede parecer poco tiempo, pero en realidad pasa a cámara lenta (sí da tiempo a disfrutarlo). Dentro del túnel había mucho ruido y se sintió algo aturdido, es una sensación extraña.
A priori puede parecer un regalo muy original, pero os recomiendo que conozcáis muy bien a la persona porque si, por ejemplo, tiene miedo a las alturas o pasa de vivir nuevas experiencias, se puede convertir en un regalo envenenado. Es ideal para personas que les encanta afrontar nuevos retos, abandonar la zona de confort o practicar actividades de acción.
Antes de iniciar la actividad tendrás que firmar "El consentimiento o Waiver" tanto tú como los tutores de los menores de 18 años. Es importante no tener ninguno de los problemas físicos especificados en el documento que firmas, porque en ese caso no podrás volar.
En este enlace puedes consultar todas las opciones de vuelo.