De manita en manita

Este equipo es tan grande que está haciendo de lo excepcional lo habitual, donde vencer marcando cinco goles o más es un hecho que ya ha sucedido, cuando sólo llevamos un tercio de la temporada, seis veces (Panatinhaikos, Sevilla, Real Madrid, Almería, Real Sociedad y Español), siendo además por ocho goles en una de las veces.
Y eso que el partido de hoy era el más difícil todavía, ante el equipo vecino del área metropolitana, aquel que cataloga al Barça como su enemigo. Ese es uno de los grandes errores de este equipo acomplejado, que aún no se ha dado cuenta de que su enemigo o rival no somos nosotros, sino el Almería, el Zaragoza, el Mallorca o el Getafe. El día que sean conscientes de ello verán que es más inteligente dedicar todo su violencia, mala educación y esfuerzo a luchar con esos equipos y no contra el Barça.
Porque el Barça ha vuelto a demostrar hoy que jugando a su nivel no tiene rival en la Liga española, como ya demostró ante el Real Madrid, a quién goleó y humilló hace unas semanas, cuando el conjunto blanco hablaba de que era el clásico más igualado de hacía muchos años. Idénticos argumentos a los utilizados por el entorno perico en la previa al partido, con idéntico final: nueva exhibición blaugrana con manita incluida.
Porque en el partido de hoy el Barça sólo ha sufrido los primeros tres minutos donde el Español ha apretado arriba con una defensa muy adelantada. Pero ha sido hacerse dueño del balón y el Barça ha ido comenzando poco a poco a dominar a un conjunto metropolitano que seguía gastando energía en presionar muy arriba sin conseguir ningún resultado.
Con lo cual el partido estaba abocado a desarrollarse como lo ha hecho, es decir, que en cuanto el Barça se adelantara en el marcador todo iría cuesta abajo. Y así lo ha hecho Pedro tras una gran asistencia de Messi, quien minutos antes había fallado un gol a portería vacía, y posteriormente Xavi. En media hora el Barça tenía el partido sentenciado y el Español, como un boxeador noqueado, sin ser consciente de la realidad, gastaba su ira, frustración y complejos en protestar a Undiano Mallenco cada uno de los goles, faltas, fueras de juego y saques de banda que se producían.
Pero el partido ya estaba finiquitado, máxime cuando en la segunda parte Pedro, que está en un estado de forma excepcional, conseguía el 0 a 3. Ni siquiera el gol de Osvaldo, ni la clarísima expulsión perdonada doblemente a Baena, hicieron sufrir a un Barça que mediante Villa, por partida doble (el primero en fuera de juego de Messi), estableció la manita final.
Una manita que pintaba la cara en blaugrana de Osvaldo y de todo el Español, una institución que ha perdido los papeles hace años con el Barça y que, o alguien pone remedio, o algún día tendremos una desgracia en un Español-Barça. Porque no es normal la agitación que registran los aficionados, los jugadores y los directivos del Español cada vez que les visita el Barça, no es normal el nivel de insultos y objetos arrojados que tienen que soportar nuestros jugadores, no es normal que Alves reciba gritos racistas cuando el portero perico es negro y ha sufrido lo mismo en otros campos (y cínicamente denunciado por el club), porque no es normal que la afición del Barça tenga vetado el acceso al estadio perico. Todo esto no es normal.
Y el Barça ya ha extendido su mano en dos ocasiones para normalizar la situación, la primera conscientemente a través de su presidente y la segunda espontáneamente a través de Iniestinho y su gesto con la camiseta de Jarque. Estoy esperando ver algún gesto del Español al respecto para normalizar la situación.
Pero mientras el Español se piensa si quiere seguir siendo un club acomplejado y de tercera fila, incapaz de guardar las mínimas normas de respeto deportivo, el Barça le ha enseñado la realidad, y ésta no es otra de que el equipo que mejor fútbol practica en el mundo se llama Fútbol Club Barcelona.