Revista Cultura y Ocio

De mano de la Luna

Publicado el 17 agosto 2015 por Rocio98
Cómo ríe la vidasi tus ojos negrosme quieren mirar.
La dama de noche - Viviana Rivero


Lunes por la noche. Hoy fue feriado, así que la rutina comenzará mañana. Me acuesto temprano, cargando pilas para la semana, y en cuanto mi cabeza se apoya en la almohada tu nombre resuena en mi mente. Es así, todas las noches igual, no es que no te piense durante el día, claro; pero cuando me voy a dormir es cuando llegas vos y todos tus recuerdos, todos más nítidos.

Muchas veces -por no decir casi siempre, o siempre- con tus recuerdo nada más no me alcanza, y es entonces cuando comienzo a imaginar situaciones hipotéticas, perfectas... Comienzo a imaginarme cómo hubiese sido todo si no hubiésemos llegado tarde a nuestras vidas; y mi mente vuela lejos, a ese día que te conocí porque interrumpiste mientras hablaba una amiga, entonces giré para verte y lo único que vi fueron esos hermosos, gigantes y pequeños ojos negros que parecen esconder todo un mundo dentro, en los que me hundiría lentamente sin ningún tipo de problema, pero alguien ya lo hace por mi... Ese pequeño detalle de tu vida que cuando te conocí olvidaste mencionar, y como una tonta me deje enamorar... ¿Adivinen quién se dio contra una pared cuando volvió a la realidad?
Pero lo extraño es cómo mis días, después de conocerte, de repente coincidían constantemente con vos. Lunes, jueves, nuestra rutinaria vida de colegio nos dejó saber cuándo nos cruzaríamos. Y entonces me vuelvo a cruzar con esos ojos, que parecen comerte solo con la mirada, que aunque parezca extraño, la siento incluso antes de saber que estas ahí; por que siempre es así, siendo tan distraída probablemente no te vi, pero, como si alguien o algo me llamara, me doy vuelta y estas ahí, mirándome. ¡Y porqué dicen que las mujeres somos difíciles de entender! Si con vos todo es al revés, y me confundís tanto. Y así y todo, sos tan distinto que me encantas. Pero -siempre, siempre un pero-, ni yo me merezco alguien que me tenga como segunda opción, ni tu novia que la engañes, eso es lo que me obligo a pensar y me ayuda a saludarte con un simple hola, sin demostrar que por dentro me desarmas. ¿Sos algo así como un amor platónico? Supongo, igual, espero que se me pase pronto, si es que se puede.

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