Las matriculaciones en FP de jóvenes que quieren estudiar cocina se han disparado. La profesión de cocinero ha pasado a tener un gran prestigio social y se han convertido en modelos de imitación.
Pero seamos sinceros y sensatos. Un cocinero de éxito no se hace de la noche a la mañana. No basta con asistir a un curso de verano o a un programa de televisión. Esto implica largas horas de trabajo, estudio y mucha vocación. Deben tener conocimientos de química, enología, nutrición, matemáticas, micro y macroeconomía, comunicación e incluso de historia, costumbres y creencias de otros países e idiomas (En el caso de que tengas que ir a otro país a una feria, o tengas clientes internacionales). Además de los cursos de reciclaje continuo para aprender nuevas técnicas para innovar y destacar entre los demás. Y por supuesto, lo más importante, tener una gran CREATIVIDAD, para marcar la diferencia con las demás estrellas, necesitas ser original y único, y que solo puedas probarlo en tu restaurante. Hay muchas formas de aprender cocina, para los más vintage tenemos los manuales de cocinas que están en la mayoría de librerías o bibliotecas, pero, bajo mi punto de vista, la más entretenida y la más productiva, especialmente para los más novatos, como soy yo -que no me saques de la tortilla francesa y el vaso de leche- están las apps de cocina. Yo las descubrí observando a un niño pequeño de mi colegio jugando con su tablet, cuando de repente me dijo " te hago unos espaguetis o una pizza" y te quedas sin responder, al final, los espaguetis si que estaban buenos.

Estos restaurantes tienen listas de espera de hasta un año.
Llevan llenos todos los días desde 1999
HASTA LA PRÓXIMA
