Es divertido. A veces jugamos a adivinar cómo el futuro caerá sobre las cabecitas de nuestros familiares más pequeños. Imaginamos un sobrinito director de cine o una primita economista, un abogado, un diplomático o un profesor. Nada nos puede ayudar a predecir los días venideros salvo la personalidad que ya muestran de pequeños, pero no deja de ser amena la tarea de vislumbrar el futuro para otros.
Si miro atrás sigo sorprendiéndome cómo mis pasos han derivado en mi actual destino. Dudas, caídas, desconciertos y miedos no han faltado, pero me doy por satisfecha al menos en reconocer que en cada estación he ido aprendiendo hasta ser quien ahora soy (sí, claro, con mis múltiples defectos aún por limar).
El libro de hoy, Yo quiero ser..., cuenta cómo una princesa, sobre la que recaen al parecer muchas expectativas, se plantea su futuro. Ella comprende que algo habrá de pasarle para llegar a ser ese alguien que "supuestamente" ha de llegar a ser, pero no sabe quién es ese alguien ni cómo podrá llegar a serlo.
El destino habrá de derivar en nuestros propios pasos y quizá alguien pueda ayudarnos en el camino. Los consejos son la mayoría de las veces meros ecos de la verdad y no siempre tiene que ser la nuestra. La princesa del libro, a la que para nada debéis imaginar cursi y vestidita de rosa pues más bien parece un niño gamberro, sólo encontrará orientaciones condicionadas. Una respuesta sola encontrará pura y sincera: sé tú misma.
Cada cual (bebé, princesa, sobrino) encontrará su propio camino. Quién sabe, quizá algo que nosotros digamos tenga sin saberlo algún tipo de consecuencia en sus vidas, pero la alegría de haberse forjado el propio destino pertenece a cada uno.
Podéis imaginar cómo se ha reído Guisantito al ver en una escena el culete de la protagonista. La princesita ha decidido ser valiente y se propone quitar ella misma las arañas de la bañera. Ja, ja, ja, está monísima con su corona y su culete al aire.
Las ilustraciones son realmente monísima y vale la pena detenerse en detalles como los ratoncitos robando comida, el osito de peluche calzado con los tacones de mamá, el menino colgado en el tendedero o el gato a punto de ser maltratado por un ratón.
Buscaremos más libros de Tony Ross. SM ha publicado varios donde esta simpática princesa es protagonista.
Música de fondo: Oh boy, de Miss Li